La denominada nueva normalidad pasa por adaptarnos a unas normas de distanciamiento social e higiene completamente diferentes a las que estábamos acostumbrados. Gel hidroalcóholico en mano y mascarilla en boca, tenemos que ir regresando a nuestra vida tal y como era antes del COVID-19.
Eso pensando en nosotros mismos, pero hay algunas medios de transporte como los autobuses urbanos y el metro donde es realmente complicado mantener una distancia social y las superficies se ensucian con demasiada facilidad.
Para intentar terminar con esto y que los viajes sean lo menos dramáticos posible, Arrival, una empresa de Reino Unido, ha diseñado un autobús pensando en las necesidades de convivencia con el coronavirus ofreciendo mayor flexibilidad y espacio para cada pasajero.
El bus contra el virus
El Arrival Bus se ha diseñado pensando en la experiencia de usuario y está equipado para proveer de una "percepción positiva del transporte público y crear un ambiente capaz de evocar la sensación de espacio, limpieza y bienestar en un mondo con una mayor conciencia de la higiene y el espacio personal", según publica la propia Arrival en su página web.
Entre sus especificaciones pensadas para luchar contra el virus, tenemos la construcción del recubrimiento interior con superficies sin muchas esquinas para permitir la mejor limpieza. También cuenta con una distribución de asientos y elementos interiores totalmente configurable que un operario puede cambiar en las paradas de larga duración para adaptarse a las necesidades.
Si el autobús tiene más demanda puede colocar más plazas sentadas pero si ocurre lo contrario, puede quitar algunos asientos y ofrecer mayor espacio. También puede servir, de cara al futuro, por si las autoridades sanitarias de cada país limitan el número de plazas, como ha ocurrido en la reciente crisis sanitaria.
En cuanto a comodidades extra, el Arrival Bus tiene ventanas más grandes para que el habitáculo sea lo más luminoso posible recurriendo además a un techo panorámico de punta a punta del autobús. Los paneles informativos tanto para el interior como para el exterior proporcionan información sobre la afluencia de viajeros y la disponibilidad de asientos vacíos.
Otro de los puntos interesantes que incorpora este autobús, es que los pasajeros pueden solicitar la parada desde sus propios smartphones de forma remota. Que puede venir muy bien si vivimos cerca de la parada. El autobús, que no podía no ser también eléctrico, cuenta con varias configuraciones que van desde los 10,5 metros de largo a los 15 metros. Este último con una capacidad homologada máxima de 125 pasajeros.
El ecosistema de movilidad
Arrival no solo vende autobuses. Su objetivo como empresa es la de proveer a gobiernos y entidades locales un ecosistema completo de movilidad urbana eléctrica. Además de estos autobuses, en su cartera cuenta con coches para taxis, coches compartidos, robots repartidores, infraestructuras para carga de baterías y servicios digitales. Todo ello fabricado en lo que denominan 'microfactorías', huyendo de grandes plantas de fabricación y de subcontratas.
Por poner algunos ejemplos, Arrival ha recibido inversiones del consorcio Hyundai Kia por valor de 100 millones y, como último gran pedido, la empresa de logística UPS también ha apostado por entrar en el accionariado de la empresa adquiriendo 10.000 furgonetas de reparto eléctricas.