Un aspecto del coronavirus que está dificultando la lucha es que es perfectamente posible que permanezca en el cuerpo del paciente durante dos semanas sin que muestre síntomas.
Eso puede dar una sensación de falsa seguridad, con el paciente contactando con personas sanas e infectándolas sin darse cuenta. Las cifras de infectados que tenemos ahora mismo en España sólo representan a los que ya han sido diagnosticados; probablemente la cifra se disparará en cuanto se aceleren las pruebas.
Es por eso que es tan importante mantener la cuarentena y autodiagnosticarnos con herramientas oficiales; y para los profesionales de la salud, es vital llevar un seguimiento de los síntomas. En San Francisco ya han encontrado una manera de llevar este seguimiento sin que resulte una molestia, con un wearable muy curioso.
El anillo inteligente contra el COVID-19
Se trata de un anillo inteligente, capaz de medir diversas variables del paciente gracias a los sensores integrados. Ha sido desarrollado por la startup Oura, y ya está siendo usado por trabajadores médicos en el Centro Médico USCF y en el Hospital General Zuckerberg en San Francisco, según San Francisco Chronicle.
El anillo de Oura es similar a otros wearables centrados en la salud personal, en el sentido de que es capaz de registrar diversos datos en una app asociada. Entre la información obtenida está el ciclo de sueño del portador, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal, y los pasos que ha dado.
Unos 2.000 miembros de estos centros médicos ya llevan los anillos, que registran estos datos durante todo el día y permiten llevar un control más férreo sobre su estado de salud.
La importancia de los datos
Según los administradores, detrás de este programa hay dos objetivos. Para empezar, quieren que los trabajadores sean capaces de detectar si tienen alguno de los primeros síntomas del COVID-19, y permanecer en casa para evitar propagar la enfermedad en el centro médico; esto es importante tanto si tienen el coronavirus como si es otra dolencia.
Además, los datos obtenidos por estos anillos pueden ser de gran ayuda para el estudio de la enfermedad. La idea es obtener datos no solo de pacientes infectados, sino también de personas sanas para comprobar cuáles son las primeras señales de que una persona puede estar infectada.
Eso puede ayudar a desarrollar nuevas guías de diagnóstico e identificar casos de coronavirus más rápidamente. Los 150.000 usuarios de productos de Oura también pueden colaborar si aceptan compartir sus datos con el programa, de manera opcional.
California es uno de los estados de EEUU más afectados por el coronavirus, con más de 2.000 casos y 42 fallecidos; hogar de Silicon Valley, las empresas tecnológicas están centradas en usar sus desarrollos en luchar contra el coronavirus, como el servicio de Google para el autodiagnóstico.