Hace ya un tiempo que Samsung decidió ponerse las pilas con su gama media y gama baja en España, a las que hasta hace no mucho había descuidado. En los últimos tiempos se ha caracterizado por una serie de lanzamientos de relumbrón con un precio barato y el Samsung Galaxy M31 (279€) es la prueba de ello.
Estamos ante un dispositivo con muchos claroscuros, que pretende luchar en un segmento duro como es el de la gama media-baja y que tiene varios argumentos a favor y varios en contra. Quizás el más llamativo es su batería, su punto fuerte y principal motivo de compra. Hablamos de nada más ni nada menos que 6.000 mAh de batería. Una monstruosidad que nos hace preguntarnos, ¿será suficiente para justificar el resto de 'problemas' que encontramos en este smartphone?
Diseño de 6,4 pulgadas
Estamos ante un teléfono de dimensiones considerablemente comedidas si nos ceñimos a la oferta actual del mercado de teléfonos español, con un panel de 6.4 pulgadas y un tamaño que casi llega a los 16 centímetros de alto. Su peso es de 191 gramos, algo alto dado que contamos con materiales de construcción ligeros como el plástico. Pero por supuesto tiene una buena justificación.
Pero, ¿qué nos encontramos? En general el cuerpo está hecho de un plástico con acabado glossy, es decir, un plástico bastante notorio a la mano. Es verdad que la gama media de algunos fabricantes como Xiaomi nos han malacostumbrado al cristal y al metal, pero aquí estamos ante un segmento por debajo, por lo que el uso de plástico es perdonable. Pero nos resta algo de buenas sensaciones.
En general el móvil está bien construido, no nos malinterpretéis. Todo el teléfono se siente sólido y robusto, en parte gracias a esos casi 9 milímetros de espesor excusados por la batería. Pero el plástico hace que las sensaciones a la mano no sean demasiado buenas. La parte trasera brilla mucho y se ensucia aún más. Asimismo el acabado glossy le da al tacto final una sensación adherente que no nos ha acabado de convencer.
En cuanto a diseño el Galaxy M31 es todo un gama media de manual con unas dimensiones de 159.2 x 75.1 x 8.9 mm de alto, ancho y profundidad, respectivamente. Samsung ha optado por unas por un notch tipo gota, llamado Infinity U. La pantalla disfruta de unos bordes redondeados y, para la gama en la que estamos, bastante conseguidos.
Aunque los marcos de pantalla están ciertamente conseguidos, no nos libramos de una 'barbilla' prominente que no podremos ignorar. El notch por su parte sí está bien estilizado, y creemos que es una buena decisión de diseño. El resto del dispositivo sigue las líneas de los dispositivos de gama media de los años 2019-2020; cuádruple cámara trasera en formato cuadrado, USB-C para su carga y un lector de huellas en la parte trasera.
No podemos pedir un lector de huellas en pantalla dado el precio que estamos tratando, por lo que este no es un punto negativo per se. El problema de este lector es que, si bien funciona bastante bien, no tiene apenas hendidura. En más de una ocasión nos hemos visto buscando el lector por la parte trasera, y dado el acabado de plástico del panel trasero, no da una buena sensación en los dedos. A destacar la inclusión de un jack de 3.5 mm, un buen toque por parte de la firma coreana.
Lejos de todo, creemos que el dispositivo está bien rematado a nivel de construcción, pero quizás Samsung debería haber echado un poco más el resto no tanto a nivel de diseño como a nivel de materiales de construcción. Sin embargo, esto no es ni mucho menos un drama que afecte al dispositivo como tal.
Pantalla Samsung SuperAMOLED
Hablemos de la pantalla, un punto crítico en smartphones de gama baja. Samsung ha optado por un panel Full HD+ de 6.4 pulgadas, con tecnología SuperAMOLED Infinity U a una resolución de 2340 x 1080 (FHD+). Lo normal sería creer que Samsung ha decidido pasar "la tijera" por este apartado del dispositivo, pero nada más lejos de la realidad. Sí, este Galaxy M31 tiene un gran panel.
No podemos olvidarnos de que el dispositivo cuesta menos de 300 euros, así que no podemos ser exigentes. Lejos queda en calidad de imagen de otros exponentes en la misma familia Galaxy de Samsung, pero no deja de ser un panel AMOLED, una tecnología que la marca domina con amplia soltura. Hablamos de Samsung, por lo tanto hablamos de su mejor especialidad: las pantallas de calidad.
La reproducción de colores es bastante buena y la calibración, que se puede editar en los ajustes del sistema, es muy correcta. Tiene los clásicos tonos vibrantes y saturados de las pantallas AMOLED, pero sin ser irreal. El tamaño de la pantalla es correcto, y en general los ángulos de visión son también satisfactorios. En definitiva, la pantalla del M31 es una de las mejores en el rango de precio de los 200 euros.
Sí que tiene una pega importante: el brillo. No es un drama, pero el brillo del Galaxy M31 es algo corto. En situaciones de mucha luz directa tendremos problemas para poder distinguir lo que hay en pantalla, y el brillo automático tampoco es especialmente preciso. De nuevo, esto no mata la experiencia de usuario, pero cuando las condiciones de luz no nos acompañen, el uso del dispositivo se dificultará.
La experiencia auditiva no es mala en absoluto, aunque el hecho de que solo tenemos un altavoz lateral lastra un poco la experiencia. Si tienes unos auriculares con jack, alégrate de saber que Samsung ha tenido a bien mantenerlo, todo un detalle con los tiempos que estamos viviendo.
Rendimiento y SO: algo falla
Somos conscientes de que no hablamos de un teléfono caro, por lo que el rendimiento no está a la par con los mejores exponentes del mercado. Pero el Samsung Galaxy M31 no puede presumir de rendimiento, sin duda alguna su contraparte más álgida. Y es aquí donde la tijera del precio se nota más.
Nos encontramos ante un procesador propietario de Samsung el Exynos 9611, un Octa-core con 4 núcleos a 2.3 GHz y otros 4 a 1.7. Le acompañan 6 GB de memoria RAM y 64 GB de almacenamiento interno expandibles, con la capa de Samsung One UI 2.0 y Android 10. Normalmente haríamos una separación entre sistema y rendimiento, pero aquí tenemos que unirlos.
El Samsung Galaxy M31 nos ha dado ciertos problemas de rendimiento, pero más ligados a la optimización.En general, el teléfono no da demasiados problemas; las apps se mueven bien, todo funciona como debería, pero nos encontramos algunas cosas extrañas. Por ejemplo, tirones en algunas transiciones o tiempos de carga, en ocasiones, algo mayores a lo esperado.
En contraposición, el rendimiento en juegos no ha sido excesivamente malo. Incluso juegos ciertamente pesados, como Legends of Runeterra o Asphalt 9, el móvil se comporta de buena forma. No es hasta que vamos al sistema cuando nos encontramos problemas.
Creemos que esto se debe a un problema de optimización porque los fallos que hemos detectado no obedecen a falta de rendimiento, sino a bugs puntuales. Algún que otro cierre inesperado, lentitud en el reconocimiento facial, o tiempos de carga lentos en ciertos momentos, como cuando usamos algún asistente inteligente.
Y es una pena, porque One UI 2.0 es quizás una de las mejores capas Android del momento. Atrás quedaron los tiempos en los que Samsung era odiada por su sistema, Samsung Experience. One UI es toda una experiencia incluso hablando de un dispositivo económico.
Sus muchas bazas se pueden resumir fácilmente: muchísima capacidad de personalización, un espacio de juegos bien llevado e integración con Discord así como sistemas específicos de Samsung tremendamente útiles como Samsung Pay. Por si fuera poco, tenemos apps increíbles como Theme Park, que nos permite personalizar Android casi al extremo y extras como la integración con Windows. Eso sin contar que One UI tiene uno de los mejores modos oscuros de Android, si no el mejor.
Es su lentitud lo que le lastra. De hecho, solo tiene algunos problemas, como algunas características limitantes en el launcher de Samsung y sus gestos. También tenemos que aguantar cómo Samsung intenta favorecer su asistente, Bixby, sobre el gran Google Assistant. Pero su mayor problema es que se siente un sistema algo tosco, que no acaba de arrancar si no le ponemos un juego por delante.
Batería: grande y rápida
Lo que diferencia a este M31 del resto de dispositivos tanto Android como de la misma compañía Samsung es su monstruosa batería. El año 2020 se ha caracterizado por ofrecer grandes autonomías, sobre todo en este tipo de gamas. Samsung ha querido dotar a este M31 de una grandísima batería de 6.000 mAh. Más concretamente, 6.000 mAh con una carga rápida de 15W cuyo cargador, por cierto, viene en la caja.
Si sois usuarios no muy exigentes, este es un motivo de compra total. Porque el rendimiento en cuanto a autonomía es excelente; tendremos 2 días de uso fácilmente, y si no somos muy de jugar, podremos llegar a incluso 7 u 8 horas de pantalla, lo cual es una auténtica locura. De hecho, es más que probable que Samsung haya elegido el plástico por este motivo, ya que la batería queda disimulada en unos materiales de construcción ligeros para no tener una powerbank con LTE.
Ahora bien, no todo es de color de rosa. Es verdad que con esta batería incluso los más jugones quedarán satisfechos; metiéndole mucha caña a este dispositivo no dejaremos de sobrepasar las 6 horas de pantalla. Pero si tenemos en cuenta la cantidad de mAh y el rendimiento a nivel de batería del M31, nos queda un sabor algo agridulce.
De base, One UI no tiene un consumo energético especialmente excelente, y suele consumir algo más de energía. Los chips de Samsung no son tan eficientes como los ya establecidos Qualcomm, y consumen más. Todo esto combinado consigue afectar al rendimiento de la batería del M31, que se queda a las puertas de ser increíble.
De nuevo, es una batería muy buena, pero no increíble. Digamos que con un software distinto y con un procesador más eficiente, conseguiríamos algo más de autonomía que sabría aprovechar los 6.000 mAh en todo su esplendor. Pero no es así, y es algo a tener en cuenta.
De todas maneras, gracias a que OneUI tiene el mejor modo oscuro de Android podemos aprovecharlo junto a su pantalla AMOLED. Dado que el panel AMOLED aprovecha los negros para "apagarse", ahorraremos una preciada batería que aumentará ligeramente nuestra autonomía.
Cuatro cámaras y 64 megapíxeles
Al igual que ocurriera antaño con los megapíxeles, existe una creencia en la que se sustenta gran parte del marketing de las empresas: más cámaras es igual a mejor calidad. Y no es así en absoluto, ya que lo que ganamos no es en calidad, sino en versatilidad. Dicho esto, analicemos el setup de cuádruple cámara que tenemos aquí.
Samsung ha decidido dotar a este Galaxy M31 de un sensor principal de 64 MP f/1.8, un ultra gran angular de 8 Mp f/2.2, un macro de 5 Mp f/2.4 y un sensor para profundidad de 5 MP f/2.2. Al igual que ocurre con las cámaras, no nos debemos dejar engañar por la resolución del sensor principal. Esos 64 MP no repercuten directamente en la calidad sino en la definición de la foto.
Nota: las fotografías han sido recortadas y editadas para adaptarse al análisis.
Nuestras conclusiones generales es que la cámara se comporta bastante bien. No destaca en absoluto, ya que dependeremos en gran medida de unas buenas condiciones diurnas. Sí, lo habéis adivinado; cuando cae la noche, nos podemos olvidar de sacar fotos. Pero esto ocurre en casi todos los rivales del Galaxy M31.
La cámara que obtenemos es bastante solvente. El HDR se comporta bien, el rango dinámico es el adecuado y el balance de blancos también hace un buen trabajo. Sí es cierto que en ocasiones la imagen se sobresatura, pero nada que no hayamos visto en otras ocasiones. El nivel de detalle también es bueno, aunque lo perdemos en cuanto usamos un gran angular que se nos antoja algo artificial. El sensor macro no nos ha disgustado tampoco, pero no deja de ser una chuchería que nos dará diversión en unas pocas fotografías.
La cámara frontal de 32 MP f/2.0 sí nos ha gustado más. El nivel de detalle es muy bueno, y sabe balancear bien las luces. A diferencia de lo que nos hemos encontrado en otras ocasiones con otros smartphones, el fondo no se queda quemado en ningún momento y no emos artefactos extraños en las fotografías. ¿Hay móviles que hacen fotos mejores? Sí, pero pocos con una cámara frontal así en su rango de precio.
Por la parte del vídeo, contamos con grabación 4K a 30 fps, un modo hyperlapse, cámara lenta, etcétera. Salvo la estabilización, la grabación de vídeo también es ciertamente buena en este dispositivo.
Rivales duros
El Galaxy M31 tiene que competir contra rivales muy duros. Obviaremos en nuestras conclusiones smartphones de Xiaomi o realme, ya que suelen tener la baza de la relación calidad-precio como bandera. El precio de este M31 suele rondar en tiendas como Amazon los 260 euros.
Existen mejores móviles por el mismo precio en el mercado, por supuesto. Pero su batería no es el único argumento a favor (aunque por sí solo sea un motivo de compra para muchos). Es un smartphone sólido, que sabe cumplir con las expectativas y que cubrirá prácticamente todas las necesidades del que se decida a comprarlo. Por lo tanto, creemos que es una grandísima opción dentro de la gama de entrada e intermedia.