Hace menos de un mes Amazon trajo a España el último integrante de la familia Echo, Echo Auto. Por primera vez no se trata de un altavoz inteligente sino de un dispositivo que viene para llevar a Alexa fuera de casa. Eso sí, lo hace trasladando la experiencia a otro lugar donde tenemos la misma confianza y privacidad que en el hogar: nuestro coche.
La idea de Amazon es clara con Echo Auto llevar a Alexa "estés donde estés", un paso intermedio a una integración más amplia en nuestro día a día como podría ser la que tendríamos con los Echo Buds, que aún están pendientes de aterrizar en el mercado español.
Echo Auto cuesta 59,99 euros y cumple con la promesa de llevar parte de la relación que mantenemos con el asistente en casa al vehículo. Eso sí, con el cambio de ambiente nuestras peticiones también lo hacen y si en el hogar lo que le pedimos es que apague las luces o regule la calefacción, en el coche reclamamos poner música a que nos encuentre la ruta para ir al Mercadona a hacer la compra de la semana.
Movil-dependiente
Lo primero que hay que tener en cuenta del Echo Auto es que no es autónomo, no se vale por sí mismo. Todo el rato tirará del móvil con el que lo hayamos vinculado. Esto no sólo lo tenemos que tener en cuenta a la hora del consumo de datos que puede suponer las peticiones y comandos que le vayamos haciendo, sino también a la hora de conservar la batería del smartphone que es recomendable que esté conectado a una fuente de alimentación.
Esta dependencia del smartphone hace que algunas funciones no tengan una experiencia tan completa como sí podríamos tener con Android Auto o Apple CarPlay. Un ejemplo claro es el del GPS. Aunque a Alexa le podremos pedir que nos lleve al supermercado, que nos encuentre la gasolinera más cercana o nos trace la ruta a casa, no tendremos una pantalla donde mirar puntualmente indicaciones, algo particularmente útil para no perdernos. Es decir, el Echo Auto está concebido para aquellos vehículos que no cuenten con la posibilidad de conectarse a los sistemas de conducción de Google o Apple.
Pese a que echemos de menos una pantalla, el Echo Auto está preparado para defenderse con las tres tareas más habituales mientras conducimos: pedir una dirección, hablar por el manos libres y poner música sin perder la vista de la carretera. Es ideal para viajes largos en los que le podemos pedir boletines informativos, juegos de adivinanzas o cambiar fácil entre listas de canciones sin tener que estar buscando en el teléfono la que deseamos.
Otro de los puntos fuertes del Echo Auto es todo lo que rodea a nuestra lista de tareas personal o la conexión con el hogar. De este modo, mientras conducimos podemos anotar recordatorios, consultar el calendario para saber qué tenemos durante el día o bien ordenar al aire acondicionado de casa que se active mientras vamos de camino.
Fácil de conectar
Como suele caracterizar a los dispositivos Echo de Amazon, la facilidad de iniciarse con ellos es una de sus virtudes. Bastarán tres pasos para tenerlo conectado, configurado y funcionando. Cada vez que demos el contacto, habrá que esperar unos segundos para que el sistema conecte y esté 100% operativo.
Para suministrarle energía se conecta al puerto USB o al adaptador de corriente del coche, posteriormente habrá que añadirlo en la app, elegir si queremos conectarlo al bluetooth o al puerto auxiliar y acoplarlo en las rejillas del aire acondicionado gracias a un soporte magnético que incluye. El Echo Auto queda bien sujeto ya que ni es muy pesado ni abulta mucho. Tiene unas dimensiones de 85 mm x 47 mm x 13,28 mm y unos 45 gramos de peso.
Nuestra particular recomendación es conectarlo a través de bluetooth pues la doble necesidad de tener un par de cables por el salpicadero puede ser molesto para más de un conductor.
En la parte frontal del Echo Auto encontraremos una barra de luz led que indica el estado del dispositivo; en el lateral izquierdo tendremos salida de audio, conector micro USB; mientras que en la parte superior dispondremos de un botón para apagar el micrófono y un botón de acción, aunque siempre será más cómodo pedir estos comandos -más que nunca- a través de la voz.
En la cara superior también cuenta con un conjunto de 8 micrófonos, con lo que capta bastante bien nuestra voz y no tendremos que gritarle para que nos entienda pese a que tengamos la música alta, la ventanilla bajada o nuestro coche sea menos silencioso de lo que nos gustaría.
¿Es para ti?
El Echo Auto no es para todos los conductores. Si tu coche es relativamente moderno e incluye la posibilidad de tener CarPlay o Android Auto olvídalo, le vas a sacar mucho más rendimiento a cualquiera de los otros dos asistentes que al de Amazon. En este caso sí tendría sentido si estás muy acostumbrado a interactuar con Alexa en tu día a día y Siri o Googe Assistant no te sirven para tus trayectos en coche.
En el caso de tener un vehículo con una radio sin sistema multimedia pero con sistema bluetooth incorporado sería más conveniente la compra del Auto. La principal ventaja que vamos a tener con respecto a conectar nuestro móvil es el emparejamiento automático, así como la rapidez y precisión de respuesta a la hora de resolver los comandos. Sí que es cierto que en las indicaciones GPS se echa de menos la pantalla.
Si tu coche es anterior y no tiene ni bluetooth ni salida de jack descarta su compra, sería necesario comprar un transmisor adicional para vincularlo a la radio FM y llevar Alexa como emisora. Asimismo, tampoco lo recomendaría con un coche compartido pues al estar configurado sobre una cuenta personal de Amazon, en el momento que compartes el vehículo también tendrás que compartir la cuenta y pierde gran parte de su gracia.