El nuevo proyecto de Elon Musk, y seguramente el más polémico, está más cerca de hacerse realidad. Neuralink es un concepto muy futurista, pero que ya se ha demostrado en cerdos: se trata de un implante con cientos de cables para nuestro cerebro, con el que sería posible comunicarse con ordenadores y sistemas inteligentes.
En efecto, no contento con fabricar coches eléctricos y viajar al espacio, Elon Musk ahora quiere que los seres humanos sean capaces de usar sus dispositivos sólo con pensarlo; en teoría algo así traería muchas ventajas, pero también podría cambiar completamente al ser humano tal y como lo conocemos.
Neuralink ha demostrado los avances que ha conseguido en sus prototipos con una demostración en un cerdo con un dispositivo implantado capaz de leer sus pensamientos mientras jugaba, entrenaba y comía. El objetivo es comprobar las señales registrada y asociarlas con acciones y pensamientos concretos.
Elon Musk quiere meter un implante en tu cerebro
"Es como un Fitbit en tu cráneo" explicó Elon Musk ante una seleccionada audiencia, aunque es algo más complicado que eso. El dispositivo en sí es un implante compuesto de 1.024 electrodos extremadamente finos, que penetran la capa exterior del cerebro para leer las señales generadas por el órgano.
Para comunicar esas señales, este prototipo cuenta con una conexión Bluetooth para comunicarse de manera inalámbrica con un dispositivo, que es el que se encarga de interpretar las señales; sin embargo, es muy probable que la versión final use otro tipo de conexión que permita una mayor transferencia de datos.
Este es un gran avance respecto a la primera versión de Neuralink, que fue probada sólo en ratones y contaba con una conexión USB-C para obtener los datos.
Ayudará a parapléjicos
En los últimos meses Musk ha elevado las expectativas de Neuralink, adelantando que sería capaz de cambiar nuestras vidas con funciones como reproducir música directamente en el cerebro, además de hablar sobre el futuro de la humanidad.
Sin embargo, la presentación de anoche se ha centrado en resolver un problema tal vez más terrenal, pero más importante: el uso médico de este tipo de implantes. Concretamente, un dispositivo semejante podría ayudar a personas discapacitadas o con lesiones del sistema nervioso.
Por ejemplo, un parapléjico con este dispositivo implementado en el lugar correcto, sería capaz de controlar sus extremidades dando órdenes mentales. Musk incluso llega a mostrarse confiado en que será posible devolver todo el movimiento a personas parapléjicas.
Pero eso sería sólo el principio. Musk también presenta este producto como una nueva manera de vivir, cambiando hasta la manera en la que nos comunicamos; los usuarios de Neuralink serían capaces de comunicarse vía telepática, sin necesidad de escribir o hablar.
Ya hablando del futuro lejano, Musk sueña con un futuro en el que los usuarios se conecten con una Inteligencia Artificial que les represente, y que sea capaz de unirse con otras. Esta IA tendría una copia de nuestros recuerdos, que podríamos recuperar en cualquier momento; por ejemplo, en un cuerpo clonado o un robot.
"El futuro será controlado por la voluntad conjunta de la gente de la Tierra", es un discurso que parece del villano de una película de ciencia ficción, un miedo que el propio Musk ha confirmado; pero cree que es una perspectiva necesaria para llegar a la simbiosis entre humanos y IA.