Para Intel, ya es una cuestión de orgullo. El famoso fabricante de procesadores fue el gran afectado de la decisión de Apple de diseñar sus propios chips, empezando por el rumoreado MacBook de 12 pulgadas.
La decisión de Apple fue tomada oficialmente para conseguir una mejor relación entre rendimiento y portabilidad; aunque en realidad, Apple también quería recuperar el control sobre su plataforma.
Ahora Intel tiene la oportunidad de demostrar que Apple se equivocó, de que los portátiles con Intel pueden ser mucho más potentes y hacer el trabajo que realmente quieren los usuarios; y para eso, ha presentado la 11ª generación de Intel Core para portátiles.
Los nuevos Intel Core para portátiles
Los nuevos modelos, con nombre clave 'Tiger Lake', cuentan con hasta cuatro núcleos de nuevo diseño Willow Cove, una versión modificada de los de 10ª generación; por lo tanto, aquí no encontramos ninguna revolución, y de nuevo se trata de una mejora respecto a la generación anterior.
Afortunadamente, parece que eso no significa que vayan a ser malos procesadores, ya que Intel ha conseguido aumentar la frecuencia y por lo tanto, el rendimiento de estos nuevos núcleos, que ahora pueden alcanzar los 4,8 GHz, algo bastante bueno en un portátil.
En algunos casos, eso significa que el procesador ahora consume más energía, pero en ningún caso se superan los 50W y no debería suponer un problema para conseguir portátiles más finos y ligeros. Sin embargo, es algo que los fabricantes de portátiles tendrán que tener en cuenta.
Mejoras, pero no salto
Donde Intel realmente ha echado el resto es en todo lo que rodea al procesador. Por ejemplo, estos son sus primeros modelos con PCIe Gen 4, que fue estrenado por AMD con sus Ryzen; por lo tanto, ahora los portátiles Intel podrán montar almacenamiento SSD absurdamente rápido.
También son los primeros que incluyen Thunderbolt 4, la nueva interfaz de 40 Gps bidireccionales, cuatro veces más rápida que el USB 3.2. Será ideal para copiar archivos a nuestro dispositivo, pero también para conseguir salidas de vídeo de alta resolución gracias a la versatilidad de la conexión.
Donde realmente notaremos la diferencia respecto a los Intel de la pasada generación es en los gráficos; la nueva GPU integrada Iris X Graphics consigue un rendimiento hasta dos veces superior, por lo que debería ser suficiente para ejecutar algunos juegos actuales sin problemas, al menos sobre el papel. Recordemos que Intel está desarrollando su propia tarjeta gráfica, y lo que está aprendiendo se aplica a las integradas.
Junto con estos cambios, Intel también va a cambiar su imagen de marca y la de sus procesadores. Las pegatinas que ahora aparecerán en los portátiles tienen un aspecto más limpio y moderno. Tambièn nos puede sorprender la presencia de una llamada "Intel Evo".
Intel Evo es lo que antes se llamaba Project Athena, la iniciativa de Intel para crear portátiles ultrabook más finos y eficientes. Los portátiles que lleven esta pegatina tendrán los procesadores de 11ª generación, ofrecerán al menos 9 horas de batería en uso real, y serán capaces de iniciarse en menos de un segundo desde que abrimos el portátil.
Lo que Intel ha presentado hoy llegará a los portátiles que marcas como Asus, Lenovo y Acer ya están preparando; por lo tanto, el verdadero impacto de estas mejoras no lo notaremos hasta que podamos probar estos modelos. Con los datos de Intel en la mano, la nueva generación parece una mejora clara, pero ¿será suficiente no solo contra Apple, sino contra AMD?