El nuevo T-Force Cardea Ceramic C440 es un SSD muy especial; no solo por la absurda velocidad que alcanza, sino porque para conseguirlo sus creadores han optado por usar materiales provenientes de la ingeniería aeroespacial.
Estamos a las puertas de una revolución en el almacenamiento SSD; y no solo gracias al desarrollo de nuevas tecnologías de celdas en varios niveles, como la que usa Samsung para conseguir un SSD de 8 TB.
La llegada de PCI-Express 4.0 al mercado gracias a la última gama de procesadores Ryzen de AMD permite alcanzar velocidades de transferencia de vértigo, siempre y cuando el SSD se base en el formato M.2 y use la interfaz NVMe.
Uno de los SSD más rápidos del mercado
En otras palabras, estos SSD tienen la forma de una pequeña tarjeta, que se instala directamente en la placa base en vez de conectarlo por cable como los que usan la interfaz SATA.
Estos SSD son los recomendables si buscas el mejor rendimiento, sin importar el hardware que tengas. Al usar la misma interfaz que las tarjetas gráficas, las memorias usadas en los SSD realmente no sufren del 'cuello de botella' que limita las velocidades.
Pero si además tienes un procesador de la gama Ryzen 3000 y una placa base con chipset X570 o B500, ya puedes usar la tecnología PCI-Express 4.0; y eso abre la puerta a nuevos modelos de SSD incluso más rápidos.
El T-Force Cardea Ceramic C400 es uno de estos SSD; con una velocidad de lectura secuencial de 5.000 MB/s y de 4.400 MB/s de escritura secuencial, es uno de los más rápidos del mercado.
No es sólo que Windows 10 arrancaría de manera instantánea con este SSD; es que los tiempos de carga en tus juegos deberían reducirse a la mínima expresión.
Compuestos cerámicos ya son necesarios en PCs
Claro, que cuanto más forcemos la electrónica, más se calienta. Ese es un problema evidente con los SSD; los primeros prototipos quer vimos necesitaban ventiladores como los de una tarjeta gráfica. Y los primeros SSD comerciales que han llegado al mercado tienen grandes disipadores instalados.
En comparación, el T-Force Cardea Ceramic C400 parece 'desnudo', ya que no vemos disipadores ni ningún método para expulsar todo el calor que se generará. Eso es porque la pieza blanca que vemos en las imágenes en realidad está fabricada en un compuesto cerámico, y está diseñada para expulsar el calor de manera natural.
Sus creadores afirman que esta pieza cerámica es capaz de proveer una gran disipación de calor; pero además, han comprobado que sólo con que la caja de nuestro ordenador tenga un ventilador las temperaturas caen un 18%.
Por el momento no hay pruebas independientes que comparen esta tecnología con los disipadores clásicos, especialmente teniendo en cuenta que aún no tenemos precios (y esperamos que sean excesivos).