Aún recuerdo cuando en España solo había dispositivos de gama alta o baja en Android. No había medias tintas; o tenías lo mejor, o tenías lo peor. Y una de las grandes ventajas de que Android lleve entre nosotros más de una década es el hecho de que, al fin, los dispositivos de gama entrada merecen la pena, como el Galaxy M21.
Este M21 está en un escalafón por debajo del Samsung Galaxy M31 y, si bien no tiene muchas posibilidades frente a alternativas más asentadas en el bajo precio como el rompedor Poco X3 o gangas como Realme C11, es una gran alternativa para aquellos que quieren un smartphone funcional, con experiencia Samsung y que no cueste demasiado.
Como es habitual en este rango de precios, Samsung ha tenido a bien en pensar quién es el usuario objetivo de estos aparatos: mucha batería y que cumpla con normalidad en el resto de los apartados. Y el M21 está a la altura.
Diseño en plástico
El M21 es un calco de su hermano mayor, el M31, ya que cuenta con el mismo diseño que integra una pantalla AMOLED Full HD+, y mismo acabado. Esto son buenas y malas noticias; las buenas es que el equipo no se hace pesado (188 gramos) y se hace cómodo en la mano pese a la batería de 6.000 mAh que equipa. Sin embargo, el tacto juega en su contra.
El acabado glossy no deja buenas sensaciones. Pese a que la construcción es buena, el tacto del material se hace incómodo en la mano, pues da una sensación adherente que no nos ha gustado demasiado. Un problema que se pasa al usarlo con una funda.
En la parte trasera nos encontramos con un conjunto de 3 cámaras y un lector de huellas, mientras que en la parte inferior disponemos de jack de 3.5 milímetros, el altavoz y USB-C. En la parte delantera contamos con una cámara frontal de 20 megapíxeles en un notch de tipo gota..
Samsung es quizás uno de los fabricantes que mejores paneles hace del mercado, y esto se nota. Este panel de 6.4 pulgadas Full HD+, a niveles generales, no se puede comparar con los de dispositivos que valen 100 o 200 euros más. Pero en el rango en el que se mueve la pantalla del Samsung Galaxy M21 es de las mejores de todo el mercado.
La nitidez nos ha gustado mucho, no azulea ni provoca efectos extraños si cambiamos los ángulos de visión. A grandes rasgos, esta pantalla es propia de un dispositivo de 350 euros, y no de 200. Sí es cierto que echamos en falta algo de brillo, pero no es en absoluto un drama que fastidie la experiencia.
Como es de esperar, esta inversión en panel conlleva un recorte en otros apartados, como sería el del audio. Ni se escucha alto ni muy bien, ya que tenemos distorsión y poca calidad de sonido en todo el rango de volumen. Pero siempre podemos usar el jack de 3.5 mm.
Rendimiento optimizado
En las entrañas de este M21 encontramos un procesador Exynos 9611 junto a memorias de 4 GB en la RAM y 64 GB en la interna, ampliable a través de tarjetas SD. Si revisaste el análisis del Galaxy M31 te darás cuenta de un detalle: tenemos exactamente el mismo procesador y el mismo SO, Android 10 con OneUI 2.0.
Y en ese mismo análisis comentábamos como nuestro M31 tenía problemas de optimización en el sistema, ya que en videojuegos no teníamos percance alguno pero en el resto del uso en el día a día sí. Aquí es el caso contrario; el dispositivo funciona tal y como tiene que funcionar, con un rendimiento sorprendentemente bueno y con ningún problema a nivel de optimización.
Pese a ello, el procesador nos sigue pareciendo algo inferior a otras alternativas de Qualcomm en la gama baja. La capa de Samsung, OneUI, se mueve suficientemente bien, pero echamos en falta un poco más de velocidad. OneUI tiene muchas ventajas a su favor para constituirse como una de las capas de Android más sólidas: mucha capacidad de personalización, un espacio de juegos bien llevado e integración con Discord o apps específicas de la empresa como Samsung Pay.
Por si fuera poco, tenemos apps increíbles como Theme Park, que nos permite personalizar Android casi al extremo y extras como la integración con Windows. Eso sin contar con que One UI tiene uno de los mejores modos oscuros de Android, si no el mejor.
Y de nuevo nos encontramos en una situación muy similar a la que nos ocurrió con el Samsung Galaxy M31: la batería. Si bien tenemos un desempeño muy bueno gracias a sus 6000 mAh, pasaremos un par de jornadas sin cargarlo, pero sin un rendimiento increíble. El procesador no es especialmente eficiente, y los que llevan su smartphone al límite verán que se encontrarán sin batería antes de lo esperado.
Cámaras: más no es mejor
En anteriores análisis hemos visto una tendencia clara por parte del sector del smartphone: meter muchos sensores aprovechándose de la falsa creencia que muchos usuarios tienen creyendo que más es mejor. Y no es así, ya que lo que nos da el tener varios sensores es más versatilidad, pero nunca más calidad como tal.
En el M21 tenemos hasta 3 cámaras: un sensor principal de 48 MP, un sensor ultra gran angular de 8 MP y el clásico sensor únicamente destinado a profundidad, es decir, para realizar el famoso modo retrato. En la parte delantera, el selfie está integrado en un 'notch' y tiene 20 MP.
En general la cámara nos ha gustado, siempre contextualizando con su gama y precio. En absoluto tiene nada que hacer con cámaras superiores de smartphones que valen el doble, pero nos otorgará muy buenos resultados si sabemos disparar. De hecho, su punto más fuerte nos ayudará a sacar fotos buenas casi siempre, como es el HDR,que se gestiona excelentemente.
Solo le vemos 2 problemas: el detalle, que está bastante ausente en las fotos en el mismo momento en el que hacemos zoom, y la colorimetría. Por su parte, el gran angular cumplirá para la puntual fotografía en la que queramos abarcar paisajes o entornos amplios. Tampoco notamos una bajada de calidad demasiado extrema pasando del sensor de 48 al angular de 8. Por su parte, el sensor de profundidad también es mejorable pues el modo retrato es artificial.
En el caso de la cámara frontal, nos ha dado un buen resultado. Se vuelve a destacar el uso del HDR, que es más que correcto. Sin embargo, nos hemos topado con un modo retrato algo artificial, que aunque recorta bien tiene un desenfoque muy poco natural.
¿Me lo compro?
El Samsung Galaxy M21 se puede encontrar en las tiendas por 200 euros, un coste relativamente bajo si tenemos en cuenta todo lo que nos ofrece este gama baja de Samsung.
Aunque tiene cosas mejorables, es el smartphone ideal para un tipo específico de usuario: el que quiere una experiencia Samsung, desenvolverse en un sistema conocido y, de paso, contar con una gran batería para superar el día a día.