Los amantes del automovilismo, al igual que los del fútbol o los de otros deportes, pasaron unos agonizantes meses de sequía durante la primera mitad de 2020; la pandemia del coronavirus obligó a retrasar o directamente cancelar todos los eventos, y sólo en las últimas semanas algunas competiciones han vuelto a la pista.
Pero eso no significa que no hubiese carreras. Pilotos de primera talla como Lando Norris, Charles Leclerc o Fernando Alonso aún seguían compitiendo, en las carreras más emocionantes y absurdas que hemos visto en mucho tiempo; aunque fuesen virtuales.
Las competiciones virtuales ya habían ganado mucha atención en los últimos años, gracias a simuladores realistas como rFactor o Asseto Corsa; pero ha sido este 2020, y con pilotos profesionales al mando, que estas competiciones virtuales realmente han ganado popularidad.
Empezar en carreras virtuales
Por supuesto, esta popularidad también supone que cada vez más jugadores están interesados en dar el salto a las carreras virtuales; y para eso, no nos valdrá un mando de control como el que viene con la consola. Cualquier piloto virtual sabe que es necesario un volante en condiciones para controlar el coche como lo haríamos en la vida real.
Pero no vale cualquier volante. Técnicamente, es posible encontrar volantes para ordenador o consola a partir de 45 €, pero la fidelidad y la calidad de estos dispositivos deja algo que desear. Si queremos rebajar nuestros tiempos, necesitamos una mezcla de realismo y accesibilidad, que permita adaptarnos a las exigencias del deporte virtual a nuestro ritmo.
Y aquí es donde entra el Logitech G923, el nuevo volante de una marca que el usuario medio reconocerá por sus teclados y ratones, pero que lleva años dando alegrías a jugadores de consola y PC.
Así es el Logitech G923
- Dimensiones volante: 270 mm altura, 260 mm anchura, 278 mm profundidad
- Dimensiones pedales: 167 mm altura, 428,5 mm anchura, 311 mm profundidad
- Giro del volante: 900 grados de bloqueo a bloqueo
- Respuesta del volante: Force Feedback de dos motores con TrueForce.
- Materiales del volante: radios de aluminio anodizado, recubrimiento de cuero cosido a mano, eje de conducción de acero, palancas de acero inoxidable bruñido.
- Pedales: freno no lineal, recubrimiento antideslizante, sistema de alfombrilla antideslizante.
- Materiales de los pedales: brazos y estructuras de acero laminado en frío, superficies de acero inoxidable bruñido.
- Dos versiones, compatibles con Playstation 4 y Xbox One; cada una es compatible con PC.
El G923 será muy familiar para los más veteranos de las carreras virtuales; no en vano es el sucesor del G29, uno de los volantes más exitosos del mercado. Originalmente lanzado para la plataforma Playstation y para juegos como Gran Turismo, el G29 fue el volante de referencia.
Con el G923, Logitech se ha basado en un dispositivo que funciona y que es muy querido por los aficionados, implementando algunas mejoras para adaptarlo mejor a los tiempos actuales.
Por ejemplo, una de las grandes diferencias es que ahora hay dos versiones del volante; son idénticas, exceptuando los botones. Una tiene los botones de Playstation, y la otra los de Xbox, y funcionan perfectamente en su consola correspondiente. Además, ambas versiones funcionan en ordenadores Windows sin problemas, simplemente con instalar el software Logitech G Hub, que es capaz de reconocerlas automáticamente.
Cómodo y de calidad
Por lo tanto, el Logitech G923 da la misma sensación de calidad que sus antecesores, gracias al uso de materiales como el acero para las partes importantes y que recibirán más 'castigo', así como para la estructura interna. Aunque la carcasa es de plástico, esta no da una mala sensación.
Además, la parte más importante que tocaremos constantemente, el volante, está recubierto de cuero y da una sensación muy buena; el agarre es el apropiado y no debería costarnos mucho adaptarnos al tamaño, algo más pequeño que el de un volante de un coche convencional, y más cercano al de los coches de carreras.
Para cambiar de marchas tenemos dos levas, como las de los coches deportivos. Dan una buena sensación, aunque si tienes las manos grandes puede que te moleste un poco. En juegos de Formula 1 o con coches como los GT3, estas levas suman al realismo. El G923 es compatible con la palanca de cambios Logitech G Driving Force, que se vende por separado, si preferimos una sensación diferente.
La única crítica en este aspecto es el sistema de anclaje del volante a la mesa, que sigue usando mordazas de plástico; concretamente, Logitech afirma que es nylon relleno de cristal, pero la sensación que da es de plástico convencional.
Además, en un par de momentos histéricos nos hemos quedado con el volante en la mano, pero no es menos cierto que ha soportado nuestro maltrato sin moverse sin problemas la mayor parte del tiempo. Aconsejamos hacer uso de las guías para los cables traseros, que evitarán que se queden pillados con la mesa; ese es uno de los errores más comunes a la hora de montar este volante.
Los pedales también se notan de calidad, aunque el del freno está bastante duro y no tiene el recorrido que nos podríamos esperar. Recomendamos ajustar la sensibilidad y cambiar la manera en la que frenamos para ajustarnos.
Aunque la base de los frenos cuenta con goma, esta puede no ser suficiente para pararlos si apretamos fuerte, por eso también es recomendable encontrar algún tope para pararlos en casos extremos. Si usamos una alfombra, la base cuenta con un sistema específico para evitar que los pedales se muevan.
TrueForce, siente el coche
Pero la verdadera novedad del G923 respecto a sus antecesores está en la tecnología que Logitech llama TrueForce. Al igual que otros volantes, el G923 cuenta con 'Force Feedback": el volante se mueve solo en respuesta a las acciones del coche, simulando el movimiento de un volante real y necesitando de cierta fuerza para contrarrestarlo.
Pero el G923 da un paso más con TrueForce, una tecnología que aplica al volante las fuerzas que normalmente no sentimos en otros dispositivos. Usando un sistema en tiempo real unido a los dos motores que mueven el eje de dirección, el sistema es capaz de enviar 1.000 señales cada segundo, desde las más directas hasta las que podrían pasar desapercibidas.
Este sistema háptico es capaz de representar vibraciones mucho más precisas y no dependientes de efectos 'enlatados' como hasta ahora. En la práctica, eso significa que podemos sentir efectos en el volante muy sutiles, desde la vibración del motor, el efecto de los distintos tipos de pavimento, y mucho más.
En los juegos compatibles, TrueForce se nota en cuanto iniciamos la partida. En juegos como Asseto Corsa Competizione podemos notar las vibraciones del motor, cuando estamos parados en boxes. Cuando nos ponemos en marcha, sentimos cada aceleración, cada cambio de marcha en nuestras manos y cuerpo.
TrueForce también nos puede ayudar a comprender mejor la situación en la que estamos; por ejemplo, si conducimos en mojado es evidente la sensación de que algo ha cambiado. La parte más difícil de acostumbrarse es cuando el agarre del neumático cambia; por ejemplo, es posible notar cómo el agarre es mayor a bajas velocidades, pero cuando vamos más rápido notaremos el coche 'suelto', como si nos faltase agarre. Es importante acostumbrarse a eso, porque la primera vez que ocurre puede distraernos y acabar en la grava.
No todos los juegos son compatibles con TrueForce, pero en los que lo son sentiremos una cierta diferencia. La respuesta del volante será la misma y los movimientos bruscos serán parecidos; pero notaremos detalles que no están en otros juegos.
Esta es lista de juegos compatibles con TrueForce en el lanzamiento del volante, y se espera que más títulos ganen la opción con una actualización.
- Asseto Corsa Competizione
- GRID (2019)
- Gran Turismo Sport
En los juegos que no son compatibles con TrueForce, sentiremos el 'force feedback' habitual, y funcionará como siempre, por lo que realmente no perdemos nada; sólo lo ganamos si el juego es compatible.
Demuestra valía en simuladores
El Logitech G923 realmente demuestra lo que vale cuando jugamos a simuladores. Los títulos más realistas se comportan muy bien con este volante, que nos permite demostrar nuestra 'finura' (y nuestra torpeza).
Títulos como Asseto Corsa y su sucesor, Asseto Corsa Competizione, son títulos en los que realmente notamos la diferencia entre un buen volante y uno simplemente mediocre; la mera sensación de coger un GT3 y 'tirarlo' en las curvas con la certeza de que nuestros movimientos se trasladarán con precisión al juego es todo un disfrute.
Estos dos títulos son una buena comparativa, porque Competizione es compatible con TrueForce, pero su precuela aún no. Gracias a eso hemos podido comprobar la verdadera diferencia que supone esa tecnología: un grado más de realismo en la experiencia.
Sin TrueForce, Asseto Corsa ya ofrece una respuesta fiel a la pérdida de tracción, subviraje y golpes, pero la sensación es mucho más realista en Competizione, donde además notamos pequeños detalles como la rodadura dependiendo del tipo de pista, por ejemplo.
GRID es otro juego compatible con TrueForce, pero opta por un estilo más 'arcade' y menos realista; aún así, TrueForce consigue dar un toque original a la conducción. Es algo especialmente notable en coches con alta carga aerodinámica; notamos mejor cuándo llega el agarre adicional y cuándo perdemos tracción.
Toda esa información adicional puede ser usada para conducir mejor, aunque también es cierto que puede ser algo abrumador inicialmente. Si comprendemos lo que está pasando y por qué está pasando, podemos aprovecharlo para bajar nuestros cronos.
Configuración adicional
La parte más decepcionante es que, por ahora, sólo unos pocos juegos son compatibles con TrueForce, aunque esperamos que poco a poco vaya siendo adoptada por más títulos. De hecho, muchos juegos no reconocen el volante o lo configuran mal.
En esos casos, lo recomendable es optar por cargar la configuración del Logitech G29, que es soportado por más juegos, y configurar los controles por nuestra cuenta. En algunos títulos, como Dirt Rally 2.0, el volante es reconocido pero la zona muerta (el ángulo en el que el juego no detecta movimiento) es demasiado alta.
Por lo tanto, aunque podemos usar el G923 con la mayoría de juegos, es importante recordar configurarlo antes y hacer algunas partidas de prueba para acomodarnos. En ese sentido, el programa de Logitech G Hub nos ayudará.
G Hub se encargará de instalar los drivers del volante, por lo que es importante descargarlo y mantenerlo actualizado. Pero además, desde la configuración podemos variar diferentes aspectos del volante, como la sensibilidad de todas sus partes. En algunos juegos, por ejemplo, puede que nos interese aumentar la sensibilidad del pedal del freno.
Nueva opción por defecto
Durante años, el Logitech G29 ha sido la opción por defecto a la hora de buscar un volante compatible con todos nuestros sistemas y juegos. Ahora, tenemos una nueva referencia, el G923.
El Logitech G923 es un volante que no reinventa la rueda, si se nos permite la broma. Pero sí que es el que destila todo lo que Logitech ha aprendido estos años. TrueForce es un añadido que ganará mucho atractivo con el lanzamiento de nuevos juegos, conforme el sentido del tacto gana importancia en el disfrute de los videojuegos. Y la calidad de fabricación y las posibilidades son tremendas.
Si tenemos una consola Xbox o pensamos comprarnos la Xbox Series X, Logitech por fin ofrece una opción a la altura, con todos los botones personalizados. Y por supuesto, ambas versiones funcionan en PC.
Por contra, si ya tenemos un G29, realmente hay pocas razones para dar el salto, al menos por ahora; si TrueForce se convierte en el nuevo estándar, eso puede cambiar.
El Logitech G923 está disponible por 399 €, tanto en la tienda de Logitech como en tiendas online como Amazon.