Durante los últimos años, el sector de la informática ha evolucionado de una manera bestial. Basta con echar una mirada atrás y pensar en cómo eran los ordenadores, móviles y otros dispositivos hace apenas diez años.
También resulta llamativo el caso del sector gaming, equipos y accesorios totalmente enfocados y adaptados a usuarios que quieran jugar de manera habitual a los videojuegos. Pese a ello, aún hay muchos aspectos que mejorar, sobre todo en el caso de los dispositivos inalámbricos. Al no necesitar cable, éstos son mucho más cómodos, aunque se enfrentan al problema de quedarse sin batería sin previo aviso.
En OMICRONO hemos probado una tecnología de Logitech que es capaz de acabar con este problema de un plumazo. Os explicamos cómo funciona esta curiosa alfombrilla que querrás tener siempre junto a tu ratón.
Logitech Powerplay
Se trata de Powerplay, un sistema de carga inalámbrico que cuesta 135 euros y que es capaz de equiparar el rendimiento de un ratón inalámbrico al de un ratón de cable, por lo que puede resultar de gran interés para gamers o cualquier otro perfil que odie quedarse sin batería.
Lo que ha hecho Logitech, básicamente, es crear una base de carga inalámbrica en forma de alfombrilla para ratón. Powerplay emplea la resonancia electromagnética para crear un campo de energía encima de la alfombrilla, de esta manera se posibilita que el ratón se esté cargando constantemente mientras lo usamos.
Adiós a problema de batería
En nuestro caso, hemos probado la alfombrilla Logitech Powerplay con el ratón Logitech G502 Lightspeed. La puesta en marcha es tremendamente sencilla, basta con instalar la base de carga en nuestro escritorio y poner encima una de las alfombrillas que vienen con el dispositivo: una es dura y la otra es de tela, así que dependerá del gusto del usuario.
Después tendremos que conectar la base de carga a nuestro ordenador, así como cambiar la tapa inferior del ratón por el módulo Powercore que nos permitirá sincronizar el dispositivo con el sistema de carga. Una vez se encienda la luz de la alfombrilla tan solo tendríamos que encender el ratón y ya podríamos comenzar a usarlo. Cabe recalcar que solo podremos utilizar este sistema con los ratones compatibles de Logitech.
He estado probando este sistema durante un par de meses y he de admitir que es una idea excepcional de Logitech. Es un modo bastante ingenioso de acabar con los problemas y limitaciones de la tecnología inalámbrica. Como único punto negativo, la alfombrilla es bastante grande (32,1 x 34,4 x 4,3 centímetros), echo de menos una modalidad más pequeña que sea útil en escritorios de tamaño más reducido.
Aunque el dispositivo sea sobresaliente, también creo que 135 euros es un precio prohibitivo para muchos clientes, que no estarán dispuestos a pagar tanto solo para evitar cargar su ratón. Como es obvio, para cualquier profesional del gaming sí que es un precio asequible teniendo en cuenta sus ventajas.
Asimismo, resulta curioso que Logitech no haya aprovechado para crear un sistema de carga que también sea compatible con sus teclados, para así poder disfrutar de una mejor experiencia inalámbrica con todos sus accesorios. Esperamos que lo hagan en un futuro, sería un auténtico puntazo que enamoraría a muchos.