Cada vez más españoles deciden dar el paso de comprarse un reloj inteligente, una tendencia que no es de extrañar teniendo en cuenta las ventajas que aportan este tipo de dispositivos para el conocimiento de nuestro cuerpo así como para mejorar rutinas y actividades.
Pese a que una de las principales razones para comprarse un smartwatch es la posibilidad de monitorizar el rendimiento a la hora de realizar actividades deportivas, durante los últimos tiempos las marcas están centrando sus esfuerzos en las funciones relacionadas con la salud.
Como ejemplo de ello tenemos el nuevo Fitbit Sense (329 euros), un reloj capaz de medir el estrés, la temperatura cutánea, la calidad del sueño o la frecuencia cardíaca. Os contamos cómo ha sido nuestra experiencia con este rival del Apple Watch tras probarlo unos días.
Cómodo y elegante
No cabe duda de que Fitbit ha dado en el clavo con el diseño de este nuevo modelo. Con un acabado en acero inoxidable y una esfera cuadrada con esquinas redondeadas, éste ofrece un aspecto elegante que resulta adecuado tanto para ir al gimnasio como para reunirte con tu jefe.
Éste está disponible en los colores blanco marfil y negro carbón (el modelo que hemos probado), aunque aquellos que lo deseen podrán adquirir cualquiera de las correas adicionales que vende Fitbit en su web.
En lo respectivo a las correas, hemos de admitir que la que viene de base es bastante cómoda y muy fácil de quitar y poner. Un aspecto que suele resultar tedioso en otros relojes y que nos ha sorprendido positivamente con el Fitbit Sense.
El dispositivo incorpora una pantalla AMOLED táctil con protección Gorilla Glass 3 que tiene el tamaño justo para no desentonar demasiado en la muñeca. Como curiosidad, el reloj no integra botones mecánicos, sino un botón háptico en el lateral izquierdo.
Medición del estrés y temperatura cutánea
Una de las grandes bazas de este smartwatch es la posibilidad de medir el nivel de estrés del usuario. En este sentido, es el primer reloj inteligente que cuenta con un sensor EDA (sensor de actividad electrodérmica).
Para realizar la medición basta con abrir la aplicación "Escáner EDA" y poner la palma de la mano encima de la esfera y los bordes metálicos durante dos minutos. Tras analizar los pequeños cambios que se producen en el nivel de sudor de la piel, nos ofrecerá una puntuación sobre 100.
Cuanto más cercana al 100 se encuentre, menos estrés tendremos. En el caso de tener una cifra mala, desde el mismo reloj se nos invitará a hacer ejercicios de relajación guiados.
Otra de las peculiaridades del Fitbit Sense es su sensor de temperatura cutánea. Éste mide la temperatura de la piel durante cada noche para reflejar posibles cambios en nuestro cuerpo. Nosotros no hemos experimentado nada extraño, pero según la compañía podría servir para detectar fiebre, una enfermedad o el comienzo del período menstrual.
Frecuencia cardíaca y sueño
Como ya viene siendo norma en este tipo de dispositivos, éste también incorpora funciones relacionadas con la frecuencia cardíaca. El reloj monitoriza dicho aspecto de manera continua para avisarnos si la frecuencia cardíaca está por encima o debajo de lo normal.
En teoría, el Fitbit Sense también permitirá hacer electrocardiogramas, aunque dicha función todavía no está disponible, por lo que debería llegar en forma de actualización durante los próximos meses.
Asimismo, el dispositivo facilita hacer un seguimiento de cómo dormimos. Desde la aplicación para el móvil podremos ver una puntuación sobre 100 basada en métricas como las horas de sueño totales y en cómo han transcurrido las diferentes fases del sueño.
A través de la app, el sexo femenino podrá incluso registrar sus reglas y síntomas para calcular el día de ovulación y descubrir los patrones que caracterizan su ciclo menstrual.
Analiza tu rendimiento deportivo
En otro orden de cosas, el Fitbit Sense también servirá para monitorizar el rendimiento a la hora de hacer las siguientes actividades deportivas: artes marciales, bootcamp, caminar, carrera en cinta, ciclismo, circuito, elíptica, entrenar, entrenar a intervales, golf, kickboxing, máquina de escaleras, natación, pilates, senderismo, spinning, tenis, yoga, correr o hacer pesas.
Al ser sumergible hasta 50 metros no tendremos que preocuparnos si vamos a realizar deportes acuáticos. También integra GPS, por lo que sirve a la perfección para correr y ver en tiempo real la distancia recorrida, las calorías quemadas o la frecuencia cardíaca.
Notificaciones, llamadas y más
Cuando el reloj esté conectado vía Bluetooth a nuestro smartphone podremos leer y responder a las notificaciones que nos lleguen de WhatsApp y otras aplicaciones, también responder llamadas. Repetimos que al funcionar mediante Bluetooth, esta característica no funcionará si tenemos el móvil lejos.
Del mismo modo, el Fitbit Sense integra el Asistente de Google, Alexa y cuenta con la tecnología NFC, por lo que es posible pagar directamente con el reloj tras haber vinculado nuestras tarjetas.
En lo que respecta a su batería, en nuestras pruebas ha alcanzado aproximadamente una semana de autonomía, lo que garantiza no tener que estar cargando el dispositivo constantemente.
¿Debería comprármelo?
En líneas generales, no cabe ninguna duda de que el Fitbit Sense es un smartwatch de gran calidad. Se trata de un dispositivo muy completo que vendrá de perlas a aquellos que quieran hacer un seguimiento profundo de su salud, además de analizar su rendimiento deportivo. Todo ello sin olvidarnos de su gran autonomía, de la posibilidad de pagar con él o de la lectura y respuesta a las notificaciones y llamadas.
Por un precio de 329 euros, el Fitbit Sense es una alternativa excepcional al Apple Watch sin tener que desembolsar la cantidad de dinero que sí que es necesaria para adquirir el reloj de la manzana.