Tal vez suena extraño, pero para mí, uno de los anuncios más inesperados del año fue el lanzamiento en España de los nuevos accesorios de Razer para productividad. Recordemos que Razer es una marca asociada con el sector gaming, con productos de diseño extremo y de alto rendimiento para jugadores como mandos de videojuegos para móviles, ratones basados en la velocidad de la luz o una silla gaming; no con el trabajo de oficina precisamente.
Que una marca semejante ahora decida que quiere ofrecer productos de productividad en el mercado español es inaudito. Hemos visto lo contrario, por supuesto, con muchos fabricantes creando nuevas marcas gaming de la nada, muchas veces con productos idénticos a los normales, con colores diferentes. Todo un reflejo de cómo está cambiando el mercado.
Es por esto por lo que, desde el primer día que fueron presentados, teníamos claro que queríamos probar estos nuevos dispositivos; y ahora vamos a empezar con el teclado, el nuevo Razer Pro Type.
Así es el Razer Pro Type
- Tipo de teclado - Completo con teclado numérico.
- Tipo de teclas - Con switches mecánicos naranja de Razer.
- Vida útil - 80 millones de pulsaciones.
- Cantidad de combinaciones posibles - Hasta 10 teclas sin interferencias.
- Retroiluminación - Sí, LED de color blanco.
- Conexión - Inalámbrica Bluetooth y 2,4 GHz (adaptador USB incluido), USB-C de carga.
- Cable - USB-C a USB-A de fibra trenzada de dos metros.
- Batería - Hasta 12 horas con retroiluminación, hasta 84 horas sin retroiluminación.
- Peso - 900 gramos.
- Tamaño - 442 mm x 133 mm x 39 mm.
El Razer Pro Type es un teclado inalámbrico diseñado para la productividad, que no se parece en nada a cualquier otro teclado que haya lanzado Razer como el BlackWidow Elite. Eso es aparente en el diseño, con un aspecto claro y limpio que no deja sitio para el histrionismo.
De hecho, a simple vista el Pro Type parece 'demasiado normal', si es que eso tiene sentido. Sólo cuando nos fijamos nos daremos cuenta de que este no es un simple teclado lanzado para aprovecharse de la última tendencia del teletrabajo, a la que muchos trabajadores se han visto obligados por la pandemia mundial que estamos viviendo.
Diseño elegante y calmado
Tal vez lo más llamativo es que el Pro Type... no es negro y verde como todos los productos de Razer (si ignoramos las ediciones especiales). Apuesta por una elegante mezcla de blanco y gris que casa especialmente bien con los Mac de Apple, pero que encaja perfectamente en cualquier mesa.
En la parte superior, una placa de metal en gris aporta un toque diferente y un tacto muy agradable, gracias en buena parte a sus esquinas redondeadas. Encima 'flotan' las teclas en color blanco, el mismo que el resto del cuerpo del teclado.
Es un diseño que intenta no llamar la atención, hasta que se la damos. Destaca, pero sin necesidad de gritar. Es bonito, pero sin necesidad de abrumar al usuario. Es de esos casos en los que no debemos confundir minimalismo con simplicidad.
Puede que Razer haya tenido que sacrificar algo de su imagen de marca para conseguirlo. Aquí no vemos su logotipo, las tres serpientes en color verde brillante; en vez de eso, a la vista sólo esta su nombre justo encima de las teclas de dirección, en un gris algo más oscuro.
Otro aspecto en el que este teclado no parece un Razer es en la iluminación integrada en las teclas, que no es RGB. En efecto, la marca que más potenció el uso de iluminación multicolor en teclados y ratones la abandona para este dispositivo, pero tiene sentido.
La iluminación en el Pro Type es de color blanco, lo que encaja mucho mejor con el diseño general del teclado, y además es menos molesta cuando trabajamos de noche. Esta iluminación cumple perfectamente su objetivo, permitiéndonos ver las teclas de noche pero sin molestar a la vista.
Hecho para trabajar
Porque no podemos olvidarnos del verdadero objetivo del Pro Type: ayudarnos en el trabajo típico de oficina, ya sea escribiendo documentos, rellenando hojas de cálculo o bases de datos. Este es un teclado pensado no solo para soportar las largas horas de trabajo, sino también para ayudarnos a soportarlas.
Este es un teclado mecánico, por supuesto, pero no todos son adecuados para escribir; la mayoría de modelos que podemos encontrar están pensados para videojuegos, donde lo más importante es la sensación táctil, para que el jugador sepa de manera instintiva que ha pulsado la tecla. Suelen ser ruidosos y hay que aplicar una cierta fuerza para activarlos; justo lo que no queremos para trabajar en nuestro despacho después de una larga jornada de trabajo.
La clave está en la elección de los switches mecánicos, los componentes que se encargan de recibir el impacto que hacemos en la tecla con nuestro dedo y transmitirlo a una acción de pulsación. Razer cuenta con varios modelos de switches, aunque normalmente usa los de color verde para sus productos gaming.
En cambio, el Razer Type Pro usa los switches de color naranja, que son muy diferentes a lo acostumbrado. Para empezar, son silenciosos, por lo que no molestaremos tanto a la familia con nuestro tecleo constante.
Además, la sensación que dan estas teclas es mucho menos dura de lo habitual. Cuesta menos trabajo accionar cada tecla, lo que se traduce en un menor cansancio acumulado a lo largo del día. Es algo que nuestros dedos y manos agradecerán.
Otro detalle que me ha encantado es el perfil relativamente bajo del teclado, más ergonómico; ayuda mucho que podemos escoger entre dos niveles diferentes de altura, ideal para adaptar el teclado a nuestras manos.
Después de unas semanas usando el Pro Type, siento cómo algunos de mis dolores en las manos han desaparecido. No es que sea "milagroso", por supuesto; es sólo un recordatorio de que la elección del teclado importa muchísimo si vamos a trabajar en el ordenador.
Por supuesto, siendo un teclado Razer tenía que probarlo en juegos aunque estos no fuesen su prioridad. Y la verdad es que no defrauda. Los switches naranjas se comportan muy bien, ya que siguen ofreciendo una sensación táctil. Probablemente para jugadores casuales o que sólo juegan de vez en cuando, sea más que suficiente, aunque los jugadores que se lo "tomen en serio" querrán dar el salto a los switches verdes de Razer o incluso a los ópticos.
Sin cable y programable
Un aspecto que hace destacar al Pro Type respecto a otros teclados mecánicos para trabajar es que es inalámbrico, aunque también podemos usarlo con cable. Es compatible tanto con conexión inalámbrica de 2,4 GHz usando un adaptador USB para nuestro ordenador, como con Bluetooth.
Lo interesante es que podemos guardar hasta cuatro dispositivos en la memoria interna, por lo que este se puede convertir en el único teclado que necesitemos. Por ejemplo, podemos asociarlo al ordenador, a una tablet, a un portátil y a un televisor, todo al mismo tiempo, y cambiar de uno a otro según nuestras necesidades sin perder las características de este teclado.
Eso lo hace muy interesante para trabajar en cualquier habitación de nuestro hogar, por ejemplo; o también lo podemos llevar en la mochila y montar nuestra estación de trabajo en cualquier sitio (aunque no sea un teclado ligero ni pequeño).
Gracias al programa Razer Synapse, el Pro Type también es programable. Podemos escoger cualquier tecla o combinación y asociarla con la función que queramos, desde ejecutar un programa a escribir un texto automáticamente o cambiar de dispositivo.
Desde Synapse también podemos cambiar todos los aspectos del teclado, como la iluminación; podemos hacer que tenga un efecto de "respiración" o que sea estática, y variar el brillo y decidir cuándo queremos que se apague, así como configurar el ahorro de batería.
Qué echamos en falta
El Razer Pro Type es un teclado grande, con teclado numérico incluido; algo imprescindible para rellenar hojas de cálculo, y para trabajo de oficina normal, por supuesto.
No es que sea grande sólo por serlo, sólo ocupando algo más del espacio que ocupan las teclas; pero tal vez me hubiera gustado que se hubiese usado más espacio para incluir más teclas. Y es que aquí no encontrarás ni teclas "macro" para ejecutar combinaciones, por ejemplo. Por no tener, no tiene ni teclas multimedia dedicadas, estando estas "ocultas" en una combinación de teclas.
Otra cosa que he echado en falta es un reposamuñecas, que no viene incluido con el teclado. Es algo que me chocó inicialmente, ya que Razer se ha centrado mucho en la ergonomía con esta nueva línea de productos. Con el paso de las semanas, lo he comprendido, porque a mi no me ha hecho falta; al poner el teclado en la altura más baja, mis manos quedan en una postura más cómoda sin estar forzadas. Sin embargo, la inclusión de un reposamuñecas hubiera sido un detalle para muchos usuarios.
Teclado sorprendente
Normalmente, uso un teclado mecánico gaming en mi día a día, pero el Pro Type me ha revelado que eso es un gran error; para quienes trabajamos en el ordenador todo el día, no cuidar un aspecto fundamental como la herramienta que usamos parece inconcebible, y sin embargo la mayoría no lo hacemos.
La nueva gama Pro de Razer está claramente dirigida a usuarios que están trabajando desde casa y necesiten accesorios para ordenador adaptados para ello; y en ese sentido, el Pro Type cumple con creces, centrándose en la ergonomía y haciendo elecciones poco comunes (como los switches naranjas) pero que han demostrado ser las correctas.
Es cierto que hay algunos detalles que podrían mejorar, pero son sorprendentemente pocos teniendo en cuenta que es el primer teclado de este tipo que Razer ha lanzado en toda su historia.
Además, hay que tener en cuenta que, por ahora, Razer sólo vende en España el Pro Type en configuración americana; funciona perfectamente si configuramos Windows con un teclado español, es sólo que algunas teclas no coinciden con lo que escribimos, pero es algo a lo que uno se puede acostumbrar.
La buena noticia para el comprador es que ahora hay otra alternativa más a tener en cuenta: el Razer Pro Type, con un precio de 149,99 €. Algo que puede parecer caro, pero comprensible teniendo en cuenta que es inalámbrico y la calidad de los materiales escogidos como la plancha superior de metal. Sin embargo, nos preguntamos si una versión con cable más asequible sería posible de cara al futuro.