Uno de los mayores escándalos de la historia de Apple, denunciado en España por organizaciones como Facua, fue el llamado "Batterygate", cuando se descubrió que Apple estaba reduciendo el rendimiento de los iPhone a propósito.
Todo empezó a partir del 2016 y a lo largo del 2017, cuando algunos usuarios empezaron a darse cuenta de que sus móviles iban más lentos; había muchos rumores de "obsolescencia programada", pero pocas pruebas que los soportasen.
La obsolescencia programada ocurre cuando el fabricante de un producto lo diseña de tal manera que se rompa o se vuelva inútil con el tiempo, obligando al usuario a comprar una nueva versión. Apple ha sido acusada de esto en muchas ocasiones, pero este parecía el caso más claro.
El problema de los iPhone
Fue a finales de 2017 cuando finalmente se descubrió la verdad: sí, Apple estaba lanzando actualizaciones de iOS que bajaban la potencia del procesador con el paso del tiempo, haciendo que los móviles, especialmente los iPhone 6, 6s, SE y 7, fuesen más lentos.
La explicación de Apple no tardó en llegar, pero para entonces ya era demasiado tarde. El problema en realidad estaba en las baterías de ion de litio, que como es bien sabido, se degradan con el paso del tiempo; poco a poco, cada vez más celdas se deterioran y hay un cierto peligro de que el móvil se apague sin aviso, o incluso provocar daños en el dispositivo.
Para evitar esto, Apple desarrolló un algoritmo que baja la potencia del procesador con el tiempo, para que no use tanta batería y así evitar accidentes.
Para mucha gente, el verdadero problema es que Apple no hizo públicos estos cambios, modificando el funcionamiento del móvil sin dar explicaciones; mientras que otros lo ven como una excusa barata, y que el verdadero propósito era fomentar las ventas del iPhone X lanzado ese año.
Apple tendrá que pagar
Desde entonces, Apple ha tenido que lidiar con las consecuencias de este escándalo; en algunos países, eso ha supuesto llegar a un acuerdo monetario y pagar a algunos usuarios afectados. En otros casos, ha tenido que pagar multas, aunque no muy cuantiosas.
Ahora el caso parece estar en las últimas, después de que Apple haya conseguido llegar a un acuerdo con 33 estados de los Estados Unidos y el Distrito de Columbia para cerrar el proceso legal en el que estaba inmersa.
El acuerdo supone que Apple tendrá que pagar 113 millones de dólares; no es una cifra especialmente alta para una empresa que ya vale más de dos billones de dólares en bolsa, pero los fiscales explican que el problema no está tanto en lo que Apple hizo, sino en cómo lo hizo.
Según el acuerdo, los fiscales consideran que Apple ocultó información sobre sus baterías, haciendo pasar los cambios como simples actualizaciones del sistema. Creen que el acuerdo hará que los usuarios tengan más información al usar productos de Apple; pero en realidad, iOS lleva desde el 2018 con una nueva sección de "Salud de la batería" en la configuración que permite incluso desactivar la pérdida de rendimiento si se activa.