Los drones cuentan cada vez con más usos en España. Al recreativo, empresarial o militar, se suma ahora el reparto de paquetería. Un sistema que parece sacado de una película de ciencia ficción, pero que ha comenzado a probarse ya en un distrito la ciudad de Madrid con el objetivo de hacer repartos a domicilio.
En ese sentido, el Ayuntamiento de Madrid está dando un gran paso para convertir la capital en una ciudad inteligente, ya que el distrito de Villaverde cuenta con un 'sandbox' (un entorno controlado) de movilidad sostenible en el que se están probando una serie de proyectos innovadores, entre ellos, el reparto de paquetes a domicilio con drones.
"Ya estamos haciendo algunas pruebas dentro y alrededor de la nave con la empresa GesDron. Un reparto que, al fin y al cabo, se basa en utilizar drones tripulados para llevar comida de restaurantes o paquetes a las casas. Además, se busca que el impacto medioambiental sea el menor posible", explica Ángel Niño, concejal y delegado del Área de Innovación y Emprendimiento en Madrid, a OMICRONO.
Las azoteas, clave
El pasado mes de enero se cambió la normativa de los drones, que permite tres categorías diferentes de vuelos. La primera de ellas es la 'abierta', en la que entraría grabar vídeos del entorno natural y la única que se aplica a los usuarios no profesionales. Por su parte, las categorías 'específica', que no está autorizada y en la que entraría el reparto de paquetería, y la 'certificada' están dirigidas a los pilotos de drones profesionales.
Por lo tanto, y pensando en un futuro en el que los drones ya estén entregando paquetes, haría falta adaptar la normativa aérea de vuelo. "Si luego todo funciona y las grandes empresas de reparto ven que esto es una opción viable, también habría que adaptar muchas de las azoteas de los edificios para que los drones pudieran dejar ahí la mercancía e, incluso, en algunas terrazas abiertas", informa Ángel Niño.
Todo el procedimiento de entrega de paquetes con drones es más simple de lo que pueda parecer. El usuario realiza el pedido por internet, y al cabo de unos minutos un dron deposita el paquete en la azotea de su edificio. De esta forma, tan sólo basta con subir a la azotea y recoger el paquete. En este caso, "una persona dirige el dron y lo va posicionando, aunque existen los drones no tripulados que, por el momento, no se usan", explica Niño.
Sin embargo, también hay una serie de contratiempos a la hora de entregar un paquete. Por ejemplo, en varias ciudades existen edificios en los que la azotea no es una zona accesible dentro de la comunidad de vecinos, por lo que también habría que adaptar ese espacio para que se puedan dejar ahí los paquetes.
"Un dron no puede ir a la puerta de casa. Por ese mismo motivo, las azoteas son el lugar perfecto. También hay edificios que concluyen con un ático, así que en ese caso no se podría utilizar para dejar los paquetes. Son problemas que ojalá podamos ver, porque el reparto con drones es tremendamente útil y beneficioso para mejorar el sistema de reparto de última milla", explica el concejal.
El futuro
Con la primera fase de este proyecto de Villaverde se pretende comprobar si los drones pueden solucionar los problemas que existen actualmente en el reparto de última milla que hay en Madrid y en las grandes ciudades. Pero la gran ventaja de los drones de reparto es que "descongestionas la ciudad, porque hay menos vehículos en la carretera. Por lo tanto, también tienes menos contaminación, algo que es fundamental", indica Ángel Niño.
Al ser un proyecto realmente novedoso, ya que Madrid es la primera ciudad europea en probar el reparto a domicilio con drones, también existen una serie de desventajas. "Al ser algo realmente nuevo, podrían existir problemas jurídicos legales con respecto a las terrazas o azoteas. Incluso también habría que mirar la seguridad de los propios drones, porque al final habría que establecer rutas de reparto, y esto ya sería un siguiente paso: mediante inteligencias artificiales lograr que los drones estén totalmente controlados en todo momento", afirma el concejal.
El Ayuntamiento de Madrid ha apostado por el distrito de Villaverde para este proyecto porque es ahí donde tienen la nave, dentro de un centro de innovación. "Además, también queremos que, con el nuevo 'sandbox' de movilidad, este barrio se convierta en el epicentro de la innovación de la ciudad. Que atraiga a empresas de movilidad de todo el mundo con alto nivel de capacidad tecnológica y que se convierta en un punto neurálgico de innovación", explica.
El reparto a domicilio con drones es el futuro, aunque con el nuevo proyecto del distrito madrileño parece que está más cerca que nunca. "Ahora todas las empresas del mundo están analizando cómo mejorar y optimizar el reparto de última milla, y las ciudades buscan cómo mejorar la calidad del aire y la movilidad. Por ese motivo, la utilización de drones de reparto, tanto para comida como paquetería, mejoraría ambos casos", concluye Ángel Niño.
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