Basta pasear por cualquier zona con interés paisajístico en España para encontrar, sin mucha dificultad, a más de un dron sobrevolando la zona mientras graba vídeos o saca fotografías. Desde hace unos años y con la bajada de precios, se han convertido en uno de los regalos estrella de los Reyes Magos y en la misma mañana del día 6 de enero muchos usuarios se echan al campo a volarlos.

La Unión Europea, a través de los diferentes organismos competentes, redactó una ley para unificar criterios entre los países y endurecer las normas para el vuelo de drones. Desde los drones más pequeños a los más grandes, hay que conocer unas normas básicas para no poner en peligro a nadie ni a nada.

Si bien la ley entró en vigor el pasado día 31 de diciembre, sí prevé algunos periodos de carencia que como usuarios no profesionales no afectan demasiado. Eso sí, hay que tener muy presente la nueva normativa si acabamos de comprar un dron y ajustarnos desde el primer minuto a las nuevas reglas de vuelo.

Categoría abierta

Esta es la categoría común entre los aficionados a volar drones en espacios abiertos sin ningún fin profesional. Como por ejemplo, grabar vídeos del entorno natural o tomar fotografías. Existen otras dos categorías (categoría certificada y categoría específica), pero no se aplican a los usuarios no profesionales.

"Si el dron tiene una masa menor de 250 gramos, la normativa no ha cambiado apenas", ha contado a OMICRONO Miguel Caparrós, jefe de formación de control aéreo y drones en la escuela de vuelo FTE Jerez.

Estos drones pequeños se podrán seguir volando sin más 'formación' que leerse y estudiarse el manual de vuelo. Tampoco podrán ascender más allá de los 120 metros, se tendrá que tener siempre a la vista y volarlo, como hasta ahora, alejados de aeropuertos, de infraestructuras prohibidas y de zonas naturales protegidas.

En este caso se aplicaría la subcategoría A1, donde se "permite el sobrevuelo de personas ajenas a la operación", según reza la norma de la AESA.

Los drones de menos de 250 gramos que se ajusten a la nueva normativa de construcción se denominan C0, un marcado CE que tendrá que venir impreso y claramente visible cuando compremos el dispositivo. La misma norma de construcción clasifica a los drones de entre 250 y 900 gramos como categoría C1. Y es aquí donde empiezan los cambios importantes.

El examen

"Los drones de menos de 250 gramos normalmente son las versiones 'mini' de los modelos más populares", nos afirma Caparrós. "Pero es muy común que sobrepase esa masa. Son drones que podemos comprar en cualquier tienda o superficie que venda tecnología".

"Si optamos por un dron de la categoría C1 tendremos que pasar un examen online realizado por la propia AESA que certifique que conocemos cómo volar este tipo de drones", según nos ha dicho Miguel Caparrós. El primer paso es registrarse online en AESA y estudiarse el temario que la autoridad de seguridad aérea proporciona. 

Una vez con los conceptos claros, el piloto del dron debe realizar el examen online de la AESA consistente en 40 preguntas tipo test.

Si el piloto pasa satisfactoriamente el examen, recibirá un certificado que le permitirá volar bajo la subcategoría A1 y en las mismas condiciones que un dron de menos de 250 gramos. Esta prueba en línea es totalmente gratuita y permitirá al piloto volar su dron de menos de 900 gramos en cualquier país de la Unión Europea. En el vídeo se muestra de forma muy gráfica lo que hay que hacer antes de volar un dron categoría C1.

A diferencia de la normativa anterior, la ley no recoge que los drones deban equipar una placa ignífuga fijada a la carcasa donde se puedan ver los datos del modelo y del piloto. Cada fabricante deberá incluir dentro de la caja del dron toda la información para el usuario de forma clara y los pasos a seguir antes de volar un dron.

¿Y los drones antiguos?

La ley que recién se ha puesto en marcha recoge el caso de drones antiguos que no se hayan construido bajo la norma actual. Esto es, que no cuenten en el empaquetado con los marcados C0, C1, C2... La AESA para estos drones aplica medidas más restrictivas que hay que conocer.

Para los que pesen menos de 250 gramos no existen restricciones para operar en la subcategoría A1 aunque el dron sea antiguo, pero el resto (siempre y cuando sea menor de 25 kilogramos) se tendrá que regir en la subcategoría A3. Según la AESA, "operaciones en áreas donde no se espera poner en peligro a personas ajenas a la operación".

Es decir, no volar a menos de 150 metros de áreas residenciales, comerciales, industriales o recreacionales. Además, los propietarios de estos drones antiguos tendrán que completar el mismo un curso y examen online que los pilotos de drones C1.

¿Dónde volar mi dron?

Probablemente la pregunta estrella de todo aquel que se ha enfrentado al pilotaje de un dron. Afortunadamente, en España contamos con una herramienta creada por ENAIRE donde podemos visualizar qué zonas son apropiadas para volar y cuales, por algún tipo de restricción, están totalmente prohibidas o son necesarios algunos permisos extra.

El mapa interactivo recoge tanto en un escenario de vuelo recreacional como de vuelo profesional e informa de restricciones temporales (maniobras militares, por ejemplo) que hay que cumplir igualmente.

Además de las zonas militares o aeropuertos, existen otras zonas especialmente protegidas por su interés medioambiental. En este tipo de casos, conviene consultar directamente con los organismos de la comunidad autónoma donde se quiera volar el dron porque es posible que se requiera algún tipo de permiso extra.

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