El mercado de teléfonos está en constante movimiento en España, con lanzamientos de nuevos modelos todos los meses. Cuando llega el momento de comprar un smartphone se suelen mirar las últimas novedades, que en algunos casos su principal inconveniente suele ser su alto precio, que este año aumentará debido a la escasez de chips. Por ese motivo los móviles de segunda mano o reacondicionados se han convertido en una alternativa a tener en cuenta, pero hay que fijarse en ciertos detalles antes de comprar uno.

Los móviles de segunda mano son aquellos cuyos dueños devolvieron sin nada o apenas uso y que no se pueden volver a vender como nuevos. En el caso de los reacondicionados, se trata de modelos que han regresado a la tienda por algún defecto de fábrica que posteriormente se repara o dispositivos que se han utilizado para exponerlos en una tienda, por ejemplo. En ambos casos, el precio es inferior al original, por lo que en ocasiones se pueden encontrar algunos chollos, como un iPhone.

Aunque en los dos casos existe un ahorro económico y hasta medioambiental, lo cierto es que hay una serie de diferencias entre un móvil de segunda mano y otro reacondicionado. Aun así, hay que tener cuidado para evitar que la compra de uno de estos dispositivos cueste más de la cuenta. Por ese motivo, recopilamos los detalles en los que te debes fijar antes de adquirir uno de estos smartphones.

Revisa su estado

Cuando se compra un smartphone de uno de estos dos tipos lo primero en lo que hay que fijarse es en que su estado general sea el idóneo, tanto exterior como interior. En el caso de los móviles de segunda mano es importante revisarlo al completo, como que no tenga golpes o arañazos en la pantalla, y hasta probarlo si se tiene la oportunidad para confirmar que funciona correctamente. 

Es importante analizar en profundidad si tiene un daño oculto para evitar disgustos, como que la bandeja de la SIM encaje bien y que el teléfono esté liberado. En el caso de los móviles reacondicionados, son 100% funcionales y están categorizados dependiendo de su estado estético: si está como nuevo se califica con grado A, si está en muy buen estado es de grado B y si el estado es correcto es de grado C. Una condición que influye en el precio final del producto junto con otras características, como la marca, el modelo o la antigüedad.

Con accesorios

Uno de los principales inconvenientes al comprar un móvil de segunda mano es que en ocasiones no se garantiza la entrega de los accesorios, lo que puede implicar un gasto adicional. Por eso, en esa situación es importante saber de primera mano si el smartphone que se adquiere incluye estos elementos.

En el caso de los móviles reacondicionados, el embalaje y los accesorios originales están incluidos en la compra, entre los que se encuentran el cargador, el cable USB y el extractor de la tarjeta SIM; incluso algunos modelos vienen con los propios auriculares de cable. Además, se entregan empaquetados en una caja de buen aspecto.

Conoce la antigüedad

El uso y el paso del tiempo afecta a los móviles de segunda mano y reacondicionados, ya que al haberse utilizado anteriormente cuentan con un recorrido a sus espaldas. Conocer la antigüedad del smartphone que se compra es importante, ya que existe la obsolescencia programada: los productos tienen una vida útil.

De hecho, ese es uno de los principales detalles a tener en cuenta a la hora de comprar un móvil de segunda mano o reacondicionado. Además, los accesorios y los repuestos de estos tipos de smartphones son más complicados de sustituir en caso de avería, ya que no es lo mismo encontrar una carcasa para un modelo actual que para uno de hace cuatro años.

Atento al precio

La principal ventaja a la hora de comprar un móvil de segunda mano o reacondicionado es su precio, ya que salen más baratos que uno completamente nuevo. Aun así, es uno de los aspectos en los que más hay que fijarse antes de decidir comprar uno, ya que también servirá de guía para decidir si compensa o no. 

El precio de los reacondicionados depende del modelo de smartphone y de su estado. En el caso de los modelos de segunda mando, el coste no siempre es definitivo, por lo que se puede negociar una rebaja directamente con el propietario. Por ejemplo, si se detecta algún rasguño o contratiempo que no se ha detallado en la venta.

Con garantía

Comprar un móvil de segunda mano no implica renunciar a la garantía. De hecho, algunas tiendas especializadas en la venta de estos dispositivos incluyen garantía, por lo que son una opción de confianza para adquirir ahí un smartphone. Incluso algunos establecimientos de este tipo dejan que el usuario pruebe el modelo, que ha sido revisado previamente por técnicos.

En el caso de los reacondicionados, una de sus grandes ventajas es que protegen al usuario en caso de avería y cuentan con una garantía de entre 12 y 24 meses, que es similar a la que tiene un móvil nuevo. Con ella se cubre la batería y los fallos funcionales y siempre se puede devolver el smartphone en un plazo de 30 días.

Cuidado con el pago

Un aspecto que permite distinguir un móvil reacondicionado de uno de segunda mano es que el primero asegura el borrado en profundidad de los datos del anterior usuario, entre los que se incluye información personal, archivos y aplicaciones almacenadas. Además, se verifica que el dispositivo no sea robado, falso o figure en la lista negra de smartphones.  

Es importante conocer que los móviles reacondicionados disponen de un servicio posventa que resuelve cualquier duda sobre el funcionamiento o reparación del teléfono, mientras que en los de segunda mano, si se compra a un particular, esto no existe. Por último, hay tener cuidado a la hora de realizar el pago e intentar evitar dar una parte por adelantado. Una vez realizada la compra, hay que guardar toda la documentación relacionada por si hay que hacer una reclamación.

A la hora de comprarlo, es importante utilizar conexiones seguras y tener instalado un software de seguridad o antivirus en el ordenador. Y como sucede en estas situaciones, nunca se deben compartir los datos bancarios con la tienda o el vendedor, ni dar el código PIN o la clave de seguridad, para evitar así que te timen o estafen. Eso sí, es frecuente que se pida el número de seguridad de la tarjeta (CVV) en este tipo de compras online.

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