Actualmente en los servicios televisivos de España hay una gran oferta de opciones para consumir televisión de pago y acceder a contenidos exclusivos de todo tipo. Pero aún así, hay métodos de lo más variopinto para saltarse las medidas de seguridad de estos contenidos, incluyendo dispositivos como decodificadores ilegales. Una banda criminal que vendía estos decodificadores en Madrid ha sido totalmente desarticulada.
Según informa la propia Policía Nacional, agentes del cuerpo en conjunto con el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han desarticulado una banda de delincuentes que comerciaba con decodificadores para el consumo y distribución ilegal de contenidos audiovisuales, principalmente de pago.
En concreto, se han incautado 24.430 descodificadores y se han detenido hasta 6 personas en la organización. Esto evidentemente ha provocado que se haya retirado este servicio ilegal a más de 12.000 clientes y se ha cerrado el foro en el que se reunían estas personas para conseguir asistencia técnica.
Estos decodificadores provenían de China, donde eran fabricados y llegaban a Madrid. En la capital, o bien se vendían a clientes o se vendían al por mayor a otros países. Una banda que, además, ofertaba incluso servicios técnicos y soporte para el uso de estos aparatos vía online.
Descodificadores ilegales
Estos decodificadores eran dispositivos modificados con un software especial que permitía el acceso a plataformas audiovisuales de pago y gratuitas. La señal se conseguía de canales de televisión y otras plataformas, y esta se redirigía a sus propios servidores. Unos servidores que, además, estaban repartidos por varios países, incluyendo Alemania, Reino Unido, Francia o Canadá.
Esta señal, posteriormente, se distribuía a los suscriptores. La empresa se hacía pasar por un servicio de mensajería y paquetería, y haciendo uso de este servicio, distribuían los codificadores. Todo esto se gestaba en un almacén de Madrid, y se usaba una infraestructura de paquetería convencional para el envío de los mismos, con camiones incluidos, a Francia, Portugal o Alemania.
La organización criminal tenía varios tipos de suscripción, y desde el software que los técnicos instalaban en estos decodificadores tenían "el control absoluto de los contenidos que facilitaban", según la Policía. Llegaron incluso a tener un foro en el que compartían sus servicios, actualizaciones de firmware y software para el visionado de estos contenidos y además soporte técnico para sus clientes y modos de configuración.
El análisis de las cuentas bancarias de los investigados ha revelado unos ingresos derivados de la actividad ilícita de 1,2 millones de euros entre los años 2017 y 2021, según explica la Policía Nacional.
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