El impacto del cambio climático, las altas temperaturas y las sequías provocadas por la falta de lluvias en España han provocado que el agua se convierta en un bien cada vez más escaso. Tanto que reducir el consumo de este líquido se ha convertido en algo fundamental, incluso en el hogar. Y uno de los elementos que más agua desperdicia es el inodoro, aunque por suerte la tecnología ha permitido crear soluciones para combatir ese gasto, como Sandi, un váter que no utiliza agua inventado por un estudiante de 21 años, o un nuevo retrete impreso en 3D tan resbaladizo que no mancha.
[Este váter inteligente analiza tus heces para detectar si tienes problemas de salud]
Los inodoros utilizan mucha agua cada día debido a las inevitables adherencias en sus superficies de los desechos humanos. Una situación que obliga a las personas a utilizar las famosas escobillas de baño y volver a tirar de la cisterna para limpiar el váter, malgastando así una gran cantidad de agua. Afortunadamente, unos científicos chinos creen haber encontrado una alternativa a este problema con un invento que ahorrará litros de agua y evitará su consumo excesivo: han creado un retrete impreso en 3D que posee una superficie antiadherente y "superdeslizante".
Unos investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, en Wuhan (China), han afirmado haber creado una novedosa taza de váter impresa en 3D, llamada ARSFT, que está impregnada de lubricante y que, además de ahorrar muchos litros de agua, también acabará para siempre con las escobillas. Y es que este invento cuenta con una superficie superresbaladiza que evita que se manche y se mantiene libre de heces humanas, ni siquiera después de un uso intensivo. Esto también podría reducir enormemente la cantidad de agua utilizada en las cisternas.
No se mancha
En la actualidad existen muchos tipos de superficies resbaladizas para inodoros, como las tazas que está recubiertas de teflón, un material plástico que es muy resistente al calor y a la corrosión que se emplea para fabricar revestimientos. Sin embargo, todas estas soluciones adolecen de falta de durabilidad. Es decir, cuanto más se usan, menos resbaladizas se vuelven, por lo que no queda otra que sustituir el revestimiento o el propio váter para que sigan siendo eficaces.
La propuesta de Yike Li, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, y su equipo de científicos más un paso más allá y acaba por todas con este problema, ya que han desarrollado un inodoro extremadamente resbaladizo que sigue siéndolo a pesar de la abrasión y uso. Se trata actualmente de un modelo de váter con un tamaño 10 veces más pequeño que uno real que se utiliza en un baño actualmente, y que está impreso en 3D en una mezcla de plástico y granos de arena hidrófoba, utilizando un láser para fusionar las partículas y crear una estructura compleja.
Tras ello, el grupo de cientificos lubricó la superficie del váter con una especie de aceite de silicona, que también penetró por debajo de la superficie gracias a la estructura material del propio inodoro. Gracias a estos procesos, los investigadores lograron crear "una forma compleja 3D autoportante, pero también con una estructura porosa que puede alojar lubricantes considerables para una propiedad superresbaladiza resistente a la abrasión",como indican en su estudio publicado en el portal Advanced Engineering Materials.
Durante su investigación los investigadores chinos probaron su retrete en miniatura arrojándole una variedad de líquidos, "como leche, yogur, miel muy pegajosa y congee -gachas de arroz blanco que se consume en China- mezclado con gel de almidón", así como varios grados diferentes de "heces sintéticas pegajosas". Tras estas pruebas descubrieron que nada de estos elementos se pegaban en el inodoro, por lo que no se manchaba. También realizaron un simulacro de enjuague, haciendo pasar ocho litros de agua por el cuenco del váter, y vieron que eso no afectaba a la adherencia.
A continuación, el equipo de investigadores también sometió a la superficie del inodoro impreso en 3D a 1.000 ciclos de abrasión con papel de lija y la maltrató con una lima y un cúter Stanley. El resultado demostró que su invento "mantiene su capacidad superresbaladiza récord", ya que a pesar de todo lo sufrido se mantenía igual de resbaladizo gracias a que el aceite lubricante se encuentra debajo de la superficie frotada, según indica el propio Yike Li.
Aún en desarrollo
Los científicos, que siguen trabajando para optimizarlo, indican en su estudio que por el momento no tienen planes de entrar en el negocio de los inodoros. No sólo eso, sino que señalan que el proceso de impresión en 3D supondría una desviación muy grande de la fabricación tradicional de inodoros, por lo que es poco probable que este nuevo váter que no se mancha resulte tentador para los constructores de retretes existentes.
Sin embargo, los investigadores sí mantienen la esperanza de que algún día su dispositivo se fabrique en serie para ayudar a reducir el consumo de agua. También consideran que este invento mejorará la creación de materiales super resbaladizos. Un innovador retrete que jubilará a las escobillas y que pone fin a tener que limpiar las manchas de heces que se generan cada vez que se utilizan y que acumuladas pueden ser perjudiciales para la salud; aunque por el momento no parece viable su uso en los hogares.
También te puede interesar...
- El váter del avión dejará de hacer tanto ruido con esta nueva tecnología
- El ingenioso inodoro del futuro desarrollado por Samsung que ha conquistado a Bill Gates
- Lo último de Xiaomi es un inodoro inteligente para niños que se puede llevar a todas partes
- Inodoros que se limpian solos, el invento que reduce el consumo de agua al 50%