Adiós a las regletas: el sencillo truco para cambiar de lugar un enchufe sin gastar mucho ni hacer obras
- Mover un enchufe sin gastar mucho ni hacer obras es sencillo con enchufes y cables de superficie, adaptando tu hogar sin regletas.
- Más información: Los dos aparatos que jamás deberías enchufar en la misma regleta: adiós a un error común en España
Cuando se compra una vivienda o se quiere hacer una reforma, o simplemente cuando las necesidades han cambiado, podemos encontrarnos con que ya no cuente con los enchufes en los lugares en los que nos interesa que estén disponibles. En estos casos, es habitual recurrir al uso de alargadores y regletas, así como a enchufes dobles que permitan ampliar la capacidad.
Sin embargo, existe la posibilidad de cambiar de sitio un enchufe sin tener que afrontar reformas y poder moverlo de sitio, o añadir uno nuevo desde la ubicación deseado, si bien para ello será necesario apostar por los enchufes o tomas de superficie, que son elementos que, en vez de ir empotrados en el hueco de la pared como sucede con los enchufes convencionales, estos están atornillados en la superficie de la pared.
Para ello, se necesitará también un cable eléctrico de superficie que se podrá ocultar tras una canaleta o, si se prefiere, se puede grapar de forma directa a la pared por encima del rodapié, de manera que su presencia pase más desapercibida a nivel visual.
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El proceso en estos casos es muy sencillo de llevar a cabo, comenzando por desconectar la electricidad de la habitación para así evitar cualquier tipo de riesgo o peligro y poder colocar el enchufe de superficie en aquella zona que más nos interese. A continuación, se debe instalar el cable eléctrico en este enchufe de superficie y llevar el otro extremo del cable hasta la toma de corriente deseada, que puede tratarse de una que no se use porque la ubicación no es buena.
A partir de ahí hay varias opciones, ya que existe la posibilidad de conectar el cable eléctrico de forma directa a la instalación de la pared, para lo que habrá que desmontar el enchufe existente y usando una clema para conectar los cables, además de sustituir la parte central del enchufe por una salida de cable.
No obstante, si no se quiere andar desmontando los enchufes, cabe la posibilidad de utilizar un cabezal o clavija, directamente en el cable, para que se pueda conectar o quitar del enchufe de la pared según se necesite y desee.
En cualquiera de los casos, se debe tratar de buscar componentes que puedan responder a los requisitos necesarios en lo que a su potencia se refiere, ya que en las tiendas se podrán encontrar diferentes productos que ayudan a la hora de soportar distintos amperajes y potencia que, en algunos casos, no serán suficientes para hacer funcionar los aparatos más exigentes.
Lo habitual es poder encontrar en el mercado enchufes y clavijas que puedan soportar potencias máximas de trabajo de entre 2500W y 3600W, por lo que conviene prestar atención a estas especificaciones en el caso de que se quieran enchufar termos, radiadores y equipos de alto consumo a los mismos.
¿Cuántos enchufes poner en la vivienda?
Es necesario que en la vivienda se cree un espacio funcional y cómodo, y para ello es importante que se haga una distribución adecuada de los enchufes. No hacerlo adecuadamente puede hacer que todos los cables se concentren en un mismo espacio, recurriendo a alargadores que en ocasiones inundan toda la vivienda.
Sin embargo, en ocasiones no es sencillo por el hecho de que se trata de viviendas con cierta antigüedad en los que los enchufes no están distribuidos de una forma oportuna y acorde a las necesidades actuales, casos en los que sería oportuno tratar de ponerle remedio y hacer la instalación de tantos enchufes como sean necesarios para responder a las necesidades de la vivienda.
Antes de empezar a colocar enchufes, es necesario pensar en las necesidades específicas de cada vivienda, y para ello hay que asegurarse de que se tienen suficientes enchufes cerca de los electrodomésticos. Un punto a considerar pasa por colocar, en el salón, enchufes en las zonas próximas a los lugares en los que te relajas y donde pretendes instalar equipos electrónicos.
Hay que tener en cuenta que cada vez tenemos más dispositivos en nuestras viviendas, por lo que es preferible añadir enchufes de reserva a la hora de diseñar la distribución para así adaptarse a las nuevas necesidades que puedan ir surgiendo a medida que pasa el tiempo sin que haya que rehacer, una vez más, la instalación eléctrica.
También sería aconsejable que, en las paredes de fuera de la vivienda, también se deben colocar enchufes, ya que, aunque no se suelen utilizar tanto, en ocasiones puede llegar a ser útil, evitando de esta forma tener que recurrir a uno o varios alargadores para conectar cualquier equipo o aparato del exterior a un enchufe situado en el interior de la vivienda.
Una vez que hayas examinado cada una de las viviendas del hogar para poder determinar el número de enchufes a instalar, deberás tener en cuenta los siguientes consejos:
- Altura apropiada: debes situar los enchufes a una altura conveniente con respecto al suelo, que debe situarse entre 30 cm y 120 cm por motivos de seguridad, lo que facilitará el acceso sin que haya que agacharse demasiado o estirarse de forma incómoda.
- Distribución uniforme: trata de situar los enchufes uniformemente en las habitaciones para poder disfrutar de una mayor flexibilidad y evitar la congestión de cables.
- Baños y cocinas: en estas zonas es muy importante la seguridad, por lo que hay que usar enchufes con interruptores de circuito por falla a tierra que puedan evitar riesgos eléctricos si entran en contacto con el agua accidentalmente.