Profesionales 2.0: Ventajas e inconvenientes del uso de Whatsapp en la empresa
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Que en una gran cantidad de empresas y negocios se está usando Whatsapp en el día a día es una realidad como la copa de un pino. Otra cosa es que queramos negarlo, pero sobre todo en las PYMEs y en negocios pequeños donde el autónomo mezcla su perfil profesional con el personal vemos cómo cada vez más este cliente de mensajería es, cada vez más, un must. ¿Conocemos las ventajas e inconvenientes de su uso en nuestra empresa?
Ventajas
Las ventajas son más que evidentes: 0€ por cada mensaje que enviemos utilizando esta vía. Cierto es que la gran mayoría de operadoras que dedican su negocio (parcialmente o totalmente) a las empresas, suelen obsequiar al cliente con un descuento del 100% sobre los SMS a las primeras de cambio, pero no es así en todos los casos, ni siquiera mayoritariamente.
A esta necesidad le sumamos la oportunidad que supone tener datos y lo poco que consume un servicio así. Podremos tener contacto directo e instantáneo con nuestros empleados y colegas en un santiamén sin preocuparnos de si su tarifa de datos es demasiado pequeña (podemos ver tarifas de 100MB e incluso de 50MB entre el portfolio de Movistar, Vodafone y Orange, por ejemplo). Es decir, tenemos una excusa sencilla para hacer que todos nuestros empleados tengan conexión de datos y correo, y de esta manera aumentar su productividad.
Inconvenientes
Hasta aquí, todo muy bonito, pero generalmente se nos pasa pensar en los inconvenientes cuando hablamos de cosas gratis y populares. El principal y el que más nos debe preocupar es su falta de seguridad.
Como bien sabréis, este cliente de mensajería ha demostrado en más de una ocasión su punto débil, que no es ni más ni menos que fallas en el sistema por lo que cualquier usuario con algún conocimiento básico sobre hacking de logs, puede conseguir nuestras conversaciones, que bien pueden ser de ámbito privado o bien de ámbito profesional, con datos confidenciales de clientes o de la estrategia de nuestro negocio. Tenemos que tener cuidado. La versión de Android ha sido más veces “cazada” que la de iOS, pero es la versión de Blackberry la que más veces se ha visto atacada con facilidad. Es decir, los dos sistemas operativos más presentes hoy en día en el mundo empresarial tienen más problemas en este punto.
Otro inconveniente son las licencias que firmamos, las EULA (End User License Agreement), o aquella pantalla con letras de la que sueles pasar ipso facto dándole a aceptar. Hay que leer con atención:
Estamos aceptando que Whatsapp, como repositorio de datos, pueda utilizar indiscriminadamente cualquier estado o mensaje que hayamos escrito. Esta licencia es de carácter mundial, no exclusiva, gratuita, sublicenciable y transferible para usar, reproducir, distribuir,generar trabajos derivados, mostrar o comunicar las actualizaciones de estado generadas a través del servicio y/o negocio de WhatsApp, así como el de su sucesor. Toma ya.
Y otro dato curioso: entendemos que estamos dando permiso a Whatsapp para conocer nuestro MSISDN (número de teléfono), pero también estamos aceptando que conozca todos aquellos habidos en nuestra agenda de contacto, para así poder cruzar con su base de datos de usuarios y mostrarte cuáles de tus contactos tienen Whatsapp. Y para ello, según la licencia, tenemos que tener consentimiento expreso de estos. Todos nos saltamos a la torera este punto, por improductivo e imposible, pero en el caso de las empresas es más peligroso si cabe, precisamente por la confidencialidad de los datos de los clientes.
Alternativas
Pues tenemos varias posibilidades: desde el BBM de nuestras Blackberry a otros clientes de mensajería más seguros como ChatON (de Samsung pero abierto a todos los Android), o Joyn, que ha sido desarrollado por la gran mayoría de operadoras europeas en conjunto y del que ya pueden hacer uso los clientes de Vodafone desde hace dos meses.
Todos ellos tienen mejor seguridad amén de unas clausulas de uso menos leoninas y desde luego, más orientadas a la privacidad de las conversaciones habidas en este tipo de servicio. Más que nada porque no se definen como “repositorio de datos”.
Lo dicho, tenemos que tener cuidado con este tipo de cosas, pues podemos vernos involucrados en problemas tan serios como la difusión de información confidencial, demandas de clientes o filtraciones varias.
Vía | Tecnología PYME