Obama reforma el espionaje de los EEUU, pero, ¿será suficiente?

El escándalo de espionaje del gobierno de los EEUU a sus ciudadanos y al resto del mundo es un tema que, dejos de haber quedado en el olvido como muchos temían, sigue coleando, incluso varias semanas después. El presidente estadounidense, Barack Obama, está sufriendo especialmente la filtración constante de nuevas informaciones, ya que entre los puntos mas importantes de sus campañas electorales siempre ha estado la eliminación de poderes especiales otorgados a las fuerzas de seguridad con la excusa del terrorismo, la llamada Patriot Act. Muchos de sus votantes ahora ven con preocupación que no solo dicha “acta patriótica” se ha extendido, sino que durante su mandato se está obteniendo una gran cantidad de información de muchos ciudadanos, aparentemente sin control alguno.

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Obama no es el único perjudicado de estas revelaciones. La propia NSA está sufriendo un duro golpe de imagen entre los hackers y entusiastas, que se escenificó en la reciente Def Con, la mayor reunión de expertos en seguridad informática del mundo. Normalmente es un lugar ideal para que las agencias del gobierno recluten a nuevos cerebros que les ayuden en su lucha, con charlas y mesas redondas en las que de forma distendida tanto agentes como entusiastas se ponen al día en temas de seguridad. Este año ha sido muy diferente. La única charla fue la del propio director de la NSA, que iba de uniforme y no de paisano como en otras ocasiones, y estuvo trufada de interrupciones constantes por abucheos y gritos acusadores. Los mas veteranos no recordaban tanta tensión en el ambiente desde los 90, cuando el gobierno estuvo a punto de prohibir el cifrado de archivos.

Los hackers son solo una representación del sentimiento que tienen los usuarios mas informados, aunque también es cierto que un gran porcentaje de los ciudadanos norteamericanos acepta este tipo de prácticas de espionaje. Pese a todo, no son las mejores encuestas que ha visto Obama en esta su segunda legistatura, y eso le ha hecho moverse. Después de reunirse con varios representantes de la industria de los servicios de Internet, apareció en una rueda de prensa para anunciar nuevas medidas para mejorar la transparencia de los programas llevados a cabo por la NSA y otras agencias, que aseguran estar controlando un 1.6% de Internet.

“No es suficiente para mí, como Presidente, tener confianza en esos programas, el pueblo americano también debe tener confianza. […] Dada la historia de abuso por parte de los gobiernos, es correcto hacer preguntas sobre la vigilancia”

Estas palabras fueron lo máximo que Obama se atrevió a estar de acuerdo con los contrarios a la vigilancia, a los que llamó “patriotas”, aun dejando claro que Edward Snowden no era uno de ellos por no seguir la ley para denunciar los casos de espionaje. Las reacciones no se hicieron esperar, y como era de prever, son muy variadas. Los hay que consideran este un gran primer paso al mayor control de las agencias como la NSA, y un guiño a todas las asociaciones que desde entonces han mostrado su rechazo. Una de las modificaciones anunciadas es especialmente llamativa, ya que afecta a la capacidad que tiene la NSA de recolectar datos de una persona. Hasta ahora las autorizaciones se hacían solo con el punto de vista del gobierno, pero ahora al proceso se le añadirá un ente que expondrá motivos constitucionales (si los hubiera) para negar esa autorización.

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Sin embargo, también hay muchos que ven en la constante mención a la “transparencia” un indicativo de que en el fondo nada va a cambiar, y los programas de recolección de llamadas, PRISM y XKeyscore seguirán en funcionamiento sin cambios, pero liberando mas datos de dichas acciones. Unas acciones que afectan a España, ya que se trata de uno de los objetivos a espiar por la NSA, según unos documentos filtrados al periódico alemán Der Spiegel. Este documento revela las prioridades que tienen los agentes a la hora de investigar, según diversos aspectos como la política exterior o la situación económica.

Habrá que ver si estas reformas son algo mas que un truco de Obama para no salir mal parado de estas filtraciones, pero de lo que estamos seguros es que no es la última vez que vamos a escuchar algo relacionado con el tema.