Las razones detrás de la compra de Nokia por parte de Microsoft
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La noticia del día, y seguramente de la semana, es la compra de Nokia por parte de Microsoft. Cualquiera que estuviese mínimamente informado sobre la actualidad no se habrá sorprendido en absoluto. Las relaciones entre ambas compañías ha sido mas que buenas desde que su ahora ex-CEO, Stephen Elop, redirigió a la compañía finlandesa para abandonar Symbian y centrarse en lanzar dispositivos con Windows Phone.
Hay que dejar muy clara una cosa: aunque los dos actores de esta noticia no tengan una gran cuota del mercado móvil dominado por Android e iOS, eso no quiere decir que sea un anuncio irrelevante. De hecho, si Microsoft toma las decisiones correctas este podría ser el movimiento que coloque a Windows Phone como una alternativa viable ante sus competidores. Pero para eso aún queda un gran trecho, así que, ¿qué hay detrás de la compra de Nokia?
Para ser Apple
Lo mas obvio, y lo que muchos usuarios de redes sociales apuntaban en cuanto se conoció la noticia, es que Microsoft quiere ser la nueva Apple. Esto es, no solo quiere tener control sobre la parte del software de su plataforma, sino también sobre el hardware. Esto tiene ventajas obvias, ya que elimina pasos innecesarios y problemas como la fragmentación que si afectan a sistemas abiertos como Android. El objetivo es que el usuario compre un dispositivo y obtener una experiencia pura Windows que aproveche todas las posibilidades del dispositivo, junto con los ordenadores y tablets con Windows 8.
Apple es experta en ofrecer ese tipo de experiencia de uso, pero no es algo tan sencillo como lanzar productos propios. Microsoft aún tiene que aprender mucho de la compañía de la manzana, tiene que aprender a no pisarse los pies mientras que lanza productos. Además, si Microsoft sigue este camino, tendrá que decir adiós al apoyo del resto de compañías. Pese a que desde Redmond aseguran que quieren seguir contando con los fabricantes, la experiencia con la tablet Surface nos dice que estos saldrán huyendo si Microsoft pretende usar a Nokia para vender dispositivos desde una situación ventajosa.
Para reforzar sus beneficios con Windows Phone
Por tanto, la otra opción es que las cosas no cambien, y que simplemente las fábricas de Nokia siguan creando dispositivos con Windows Phone como hasta ahora, pero con un cambio de nombre. Este camino se parecería mucho al que está siguiendo Google con Motorola, dándole la libertad necesaria para seguir creando dispositivos de manera independiente.
Si Microsoft hiciese lo mismo, reforzar el mercado de Windows Phone pero sin dominarlo, podría convencer a los fabricantes de seguir invirtiendo en la plataforma, al mismo tiempo que obtendría mas beneficios por las ventas de Nokia. Se calcula que Microsoft recibe en la actualidad unos 10 dólares por cada dispositivo vendido por Nokia, una cifra que se multiplicaría por cuatro tras la compra.
Para mejorar Windows Phone como plataforma
¿Qué le falta a Windows Phone? Hay muchos dispositivos de gama media y unos cuantos de gama alta (de la propia Nokia), pero no se puede decir que la gama baja esté bien representada. Y, aunque son los terminales de gama alta los que ganan titulares y portadas, son los de gama baja los que realmente venden la cantidad suficiente como para hacer rentable una plataforma.
Con una serie de terminales a bajo precio, o incluso gratuitos con acuerdos con las telecos, Windows Phone puede competir donde hasta ahora no lo hacía, y con Nokia tiene los recursos para conseguirlo.
Por las patentes.
Si somos muy cínicos (y lo somos, oh, vaya si lo somos), podemos contemplar la posibilidad de que todo esto no sea mas que un intento de hacerse con una buena cantidad de patentes. Es poco probable que esta sera la única razón, pero desde luego es un “plus” para una Microsoft que quiere guardarse las espaldas en los juzgados.
Para iniciar un nuevo rumbo en la compañía
No hay que olvidar que esta adquisición se produce poco después de que Ballmer haya anunciado la renuncia de su puesto de CEO. Y que junto con la venta, Nokia ha cambiado a su CEO, liberando a Stephen Elop de sus obligaciones. Sumar dos y dos nunca fue tan fácil.
Stephen Elop es un hombre Microsoft desde hace mucho tiempo, y el hecho de que llegase a ser CEO de Nokia solo formaba parte de la gran estrategia para hacerse con la compañía finlandesa que ahora ha dado sus frutos. Por tanto, es lógico que su nombre esté en la lista de posibles sustitutos de Ballmer, pero cabe la duda de si es realmente el cambio que necesita Microsoft, o si es un directivo anclado en la vieja manera de hacer las cosas, justamente lo contrario que necesita la compañía en estos momentos.