Skype podría enfrentarse a cargos criminales por el espionaje de la NSA en Luxemburgo
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Durante varios meses hemos leído una filtración detrás de la otra sobre cómo algunas de las empresas mas importantes de Internet permiten el espionaje de sus usuarios por parte del gobierno de los EEUU. En algunos casos, como el de Skype, este espionaje se produce incluso aunque la propia compañía cambió la estructura de la app con la excusa de mejorar la privacidad de los usuarios, contradiciendo su mensaje. Sin embargo, hasta ahora no habíamos visto muchas consecuencias directas de estos abusos de privacidad.
La mayoría de las consecuencias vienen de los mercados, no de los gobiernos. Las empresas implicadas en el programa PRISM han reconocido una gran bajada en la confianza de sus usuarios, en particular de los europeos y asiáticos. Esa falta de confianza hace perder ventas y por tanto no es de extrañar que desde que Snowden filtrase estos documentos las compañías implicadas hayan iniciado una campaña de marketing pidiendo mas transparencia al gobierno. Pero, ¿qué hay del castigo de los gobiernos?
Ahora parece que Skype podría ser la primera en verse investigada por las revelaciones de PRISM. El gobierno de Luxemburgo cuenta con una ferreas leyes de protección de datos, e investigará si Skype las vulneró al permitir a un gobierno extranjero acceder a los datos de llamadas y usuarios sin su consentimiento. En caso de ser considerada culpable, se enfrentaría a penas de multa o incluso a cargos criminales.
Sin embargo, hay un detalle que añade un poco de hipocresía a esta acción del gobierno luxemburgués. Porque, aunque las leyes de protección de datos son duras, contienen un apartado en el que se especifica que conseguir datos de ciudadanos para un gobierno extranjero es legal siempre y cuando se realice una petición formal. Es decir, que la cuestión no es si la NSA consiguió datos de los usuarios de Skype, sino si pidió permiso primero.
Aunque los europeos tenemos unas leyes de protección de usuarios muy superiores a otros lugares del mundo (como EEUU), noticias como esta nos recuerdan que siempre hay un asterisco y una letra pequeña.
Fuente | The Guardian