Windows RT se acerca a su final, Microsoft a punto de tirar la toalla
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Si hay un producto en la línea actual de Microsoft que cuesta entender ese es Windows RT. Ideado como respuesta ante el aumento de popularidad de procesadores ARM, se suponía que este sistema operativo iba a ser la alternativa del gigante ante iOS y Android en el mercado de las tablets. En realidad la única razón por la que Windows RT llegó a existir fue por la falta de competitividad de Intel en procesadores móviles, un sector en el que aún hoy ARM domina con mano de hierro.
Sin embargo, desde el comienzo Windows RT se enfrentó a una senda muy dura que nadie tenía muy claro si iba a terminar. Todo se resumía en un gran problema: pese a llevar el nombre “Windows”, las aplicaciones desarrolladas para la versión x86 de escritorio no eran compatibles. La primera tablet que trajo de serie este SO, la Surface RT, fue devuelta en masa por usuarios que esperaban poder instalar los programas a los que estaban acostumbrados. Una confusión provocada en parte por el departamento de marketing, y en parte por el propio diseño del SO que es idéntico a Windows 8.
El resultado ya lo conocemos: 900 millones de dólares perdidos en el proyecto y un Steve Ballmer que finalmente fue forzado a marcharse de Microsoft por su insistencia en continuarlo. De hecho, aún bajo su mando hemos visto como, de manera sorprendente, Microsoft ha vuelto a insistir en Windows RT con la segunda versión de la Surface RT. Ahora parece que, por fin, alguien en la compañía se ha dado cuenta de que repetir los mismos errores una y otra vez no ayuda a aliviar las arcas.
“Tenemos Windows Phone OS. Tenemos Windows RT y tenemos Windows completo. No vamos a tener tres”. Julie Larson-Green, vicepresidenta de la sección de dispositivos de Microsoft.
De hecho, es posible incluso que la decisión de matar Windows RT se tomará antes de que llegue el nuevo CEO a la compañía, tal es la convicción de todos los miembros de Microsoft que no se apellidan Ballmer. El mayor problema al que se enfrenta la compañía es el provocado por dividir sus fuerzas en tres frentes: los tres sistemas operativos Windows con los que cuenta la compañía ahora mismo.
Por una parte está Windows Phone, que poco a poco va subiendo en cuotas de venta de todo el mundo gracias principalmente a Nokia; luego está Windows RT en un número muy reducido de dispositivos; y por último está Windows 8 que no solo se encarga del escritorio sino que cada vez aparece en mas tablets e híbridos. Mantener los tres sistemas en inviable y Windows RT se ha quedado de pie cuando la música terminó. Su destino parece poco menos que sellado.
“No deberíamos haberlo llamado Windows” Julie Larson-Green
Las razones de su fracaso parecen contradictorias. En algunos elementos (la interfaz) era demasiado parecido a Windows 8, y en otros (la arquitectura) era demasiado diferente. Tal y como están las cosas, es muy probable que en algún momento de 2014 Windows RT desaparezca de la noche a la mañana de la línea de productos de Microsoft, y que nunca llegue a salir al mercado la Surface RT 3 y la sucesora de la Nokia 2520.
Fuente | The Guardian