La NSA usa las cookies de Google para rastrear usuarios

Ya hemos hablado de algunas de las técnicas que usa la NSA para rastrear a los usuarios de cualquier servicio de Internet y localizar a los que considera “sospechosos”, pero la que se ha descubierto hoy va un paso mas allá, y está orientada a ser usada una vez que se ha decidido a qué individuo espiar. Pero sin duda alguna lo peor de esta técnica es que usa un elemento muy familiar para todos: las cookies de Google.

En particular, la NSA usa las cookies de tipo “PREF”, que no incluyen datos personales pero si que presenta un identificador único para el usuario. Este tipo de cookies se usan para identificar al usuario y así poder mostrarle publicidad relacionada con su historial y las búsquedas que ha realizado, una de las características únicas del servicio de publicidad de Google. Ya hemos visto muchas quejas de los usuarios mas comprometidos con la privacidad sobre este tipo de cookies, pero hasta el momento la mayoría ha aceptado su uso, principalmente porque gracias a ellas obtenemos anuncios mas adecuados para nuestros gustos.

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Pero eso puede cambiar una vez que todo el mundo sepa que están siendo usadas por la NSA. La agencia aprovecha que se trata de un identificador para localizar la máquina desde la que se conecta la persona buscada; a partir de aquí entrarían en juego otros métodos como el hackeo del sistema para averiguar mas del usuario.

Desde luego este tipo de uso no es el que Google quiere que se asocie con sus cookies. No olvidemos que la compañía está donde está gracias a la publicidad; si los usuarios consideran demasiado peligroso para su privacidad el uso de estas cookies pueden empezar a bloquearlas, haciendo mucho daño a las arcas de la compañía. Incluso cabe la posibilidad de que la compañía supiese de este uso y no hiciese nada para evitarlo, con la consecuente pérdida de confianza. Por el momento no hay reacción pública ante estas informaciones, lo que indica que realmente se están pensando mucho qué decir cuando inevitablemente tengan que declarar al respecto.

Fuente | The Washington Post