Os lo creáis o no, existe una fruta (o baya, como queráis llamarlo) que es conocida alrededor del mundo y ha alcanzado su máxima popularidad en ciudades como Nueva York por una curiosa propiedad que conserva en su interior: vuelve dulce cualquier alimento que tomes después de esta baya.

Su nombre es Synsepalum dulcificum, aunque es más conocida por nombres como fruta milagrosa o baya mágica por esa propiedad que os hemos comentado. ¿Pero por que es capaz de producir un efecto tan curioso, por que se ha hecho tan popular ahora y de donde procede?

Miraculina, el secreto de la fruta

El efecto tan curiosa que tiene se debe a una sustancia que radica en el mesocarpio de la fruta: la miraculina. Cuando esta parte de la fruta se ingiere, la molécula se enlaza a las papilas gustativas y enmascara los sabores bloqueándolas. Sin embargo, cuando se ingiere un alimento con un pH bajo como los alimentos ácidos, la miraculina activa los receptores que se encargan de recibir los sabores dulces.

Es por esto por lo que la fruta consigue hacer que los alimentos sepan más dulces de lo que en realidad son, a pesar de que su contenido en azúcar sea muy bajo. Este efecto desaparece en cuanto la miraculina es eliminada por la saliva, lo cual nos da una hora de sabores dulces.

El origen de la Synsepalum dulcificum está en el oeste africano, y nos tenemos que desplazar al siglo XVIII para encontrar los primeros indicios de sus usos. El descubrimiento se le atribuye al explorador europeo Chevalier des Marchais, el cual se dio cuenta de que los nativos de esa zona masticaban esta baya antes de las comidas.

Pero no siempre esta baya ha estado afectada: si nos vamos a los años 70, podemos ver que hubo un intento de comercializar la fruta con el objetivo de convertir alimentos en dulces sin una penalización calórica, pero fue rechazada por la FDA al considerarse como un aditivo a la comida. Aunque las malas lenguas dicen que esta clasificación fue puesta a la fruta debido a las presiones de la industria de los dulces para que una amenaza así no entrara en el mercado, la FDA siempre ha denegado esta hipótesis, aunque también han rechazado el compartir más información al respecto.

Descubierta en África y conocida en todo el mundo

Últimamente ha conseguido mucho éxito y prestigio culinario en lugares como Japón, Europa o los Estados Unidos debido a su propiedad de convertir los alimentos en dulces: desde cócteles hasta viajes de sabor en el que los participantes prueban alimentos después de haber comido la baya. El único problema que existe en el uso de esta baya en la gastronomía es que, además de que es una especie amenazada y clasificada como vulnerable, cada baya tiene un precio relativamente alto que hace difícil que despegue como éxito comercial.

Pero no sólo es popular en la gastronomía, ya que tiene también otros usos relacionados con la medicina: es utilizada en pacientes con diabetes en EEUU y Japón, además de que se le atribuye un cierto éxito a la hora de combatir una especie de sabor metálico en los pacientes que se someten a quimioterapia (aunque no existan estudios que puedan demostrar esto).