Por fín la seguridad de nuestros móviles importa, y "sólo" ha hecho falta que famosas se desnuden
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Lo que ha ocurrido en las últimas semanas en el sector de los smartphones es para hacer varios estudios de sociología y seguridad. Todo empezó con el llamado vulgarmente “The fappening”, una filtración de cientos de fotos de famosas desnudas, supuestamente robadas de sus cuentas de iCloud. Al momento, todas las miradas se dirigieron a Apple, que inicialmente intentó pasar el temporal callada deseando que el escándalo pasase rápidamente; no era para menos, ya que en apenas una semana iba a presentar su servicio de pagos, Apple Pay, y lo que menos necesitaba en aquel momento era que se descubriesen posibles bugs de seguridad que permitiesen a atacantes usar nuestras tarjetas de crédito además de obtener nuestras fotos. Pero una noticia semejante no iba a desaparecer así como así, y pronto iCloud fue asociada por los usuarios con falta de seguridad.
Crónica de un cambio inevitable
Consciente de que así no iba a arreglar nada, Apple supo reaccionar adecuadamente en segunda instancia: su discurso cambió y se centró en destacar las medidas de seguridad de iCloud, además de implementar nuevas. En la conferencia de presentación de los nuevos iPhone y Apple Pay, Tim Cook y el resto del equipo dedicó prácticamente mas tiempo a repetir conceptos de seguridad que en explicar otras novedades mas mundanas. La seguridad, que antes solo se nombraba de pasada para centrarse en “los juguetes”, pasaba al primer plano.
Este nuevo impulso ha culminado con el anuncio de Cook en persona de que a partir de ahora Apple no podrá ofrecer los datos de nuestro dispositivo iOS a la policía y fuerzas de seguridad del estado; antes la compañía era capaz de obtener cualquier tipo de información personal de nuestros dispositivos si se lo pedían. Eso ha cambiado gracias al cifrado completo que incluye iOS 8. Apple asegura que, aunque quisiera colaborar con la justicia, no podría hacerlo ya que nuestros datos estarán cifrados; desde este anuncio hay voces que apuntan que esta protección no es perfecta, pero desde luego es mejor que nada.
Google no ha tardado en subirse al carro, y ha declarado que la próxima versión de su sistema operativo para móviles, de nombre provisional Android L, también permitirá el cifrado de todo nuestro dispositivo. Esta función estará activada por defecto, lo que significa que solo los propietarios y usuarios autorizados podrán acceder a los datos personales. Sin embargo, como suele pasar cada vez que hablamos de Android, la fragmentación provocará que no todo el mundo pueda acceder a esta función y dependerá de cada fabricante. Pero de nuevo, es mejor que nada y con el paso de los años deberíamos ver toda la gama Android protegida.
Suena a chiste, pero el único motivo por el que ahora estamos hablando de seguridad en nuestros móviles es porque un grupo de mujeres decidió desnudarse y hacerse fotos para alegría de sus parejas. Aquellas personas que llevan años avisando que tarde o temprano nuestros datos acabarían en manos ajenas no han influido en absoluto a la opinión pública, que solo reclama cambios a las compañías cuando hay un escándalo. Es triste, pero así funciona el mercado.