La polémica sobre el streaming de música ha vuelto a encenderse, y este servicio para engañar a Spotify tiene parte de culpa.

Mientras que la mayoría acepta que el futuro de la música pasa por el streaming, todavía quedan muchos aspectos que mejorar para convertirlo en un negocio justo para todas las partes.

En particular muchos artistas se quejan de que servicios como Spotify no les pagan lo suficiente por reproducción y en más de una ocasión han acusado a la compañía de aprovecharse de su fama y sus canciones.

Engañar a Spotify para que pague más a los artistas es muy fácil

Spotify no es la única que recibe críticas, sino también la competencia, incluso antes de que se estrene. Esta misma semana Apple Music cambió su política y pagará a los artistas cuyas canciones reproduzcamos en nuestro periodo de prueba gratuito, después de que Apple fuese criticada públicamente por la cantante Taylor Swift.

Ahora llega Eternify, un nuevo servicio que pretende dos cosas: primero de todo, quiere hacer pública la situación de los artistas en Spotify, asegurando que lo que reciben por cada reproducción prácticamente no tiene valor. Y lo segundo, quiere que ayudemos a que la cosa cambie.

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Para ello Eternify nos permite introducir el nombre del artista  que más nos guste, y después de elegir un disco reproducirá automáticamente todas sus canciones en trozos de 30 segundos (lo mínimo necesario para que Spotify pague al artista).

Cada reproducción supondrá 0.005 dólares más para la cuenta bancaria de los artistas, o al menos eso asegura Eternify; la idea es que, como buenos aficionados, dejemos reproduciendo en segundo plano las partes de 30 segundos durante todo el día y así ayudemos a nuestros ídolos.

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¿Tiene sentido lo que plantea Eternify? Digamos que es poco probable que el “servicio” dure mucho tiempo en pie. Para empezar, sólo favorece a los artistas y grupos con más aficionados y no a los desconocidos, lo cual es irónico teniendo en cuenta que Eternify es creación de una banda indie, Ohm & Sport.

Pero incluso entonces no queda claro hasta qué punto “favorece” a la causa de los artistas el engañar a Spotify. Da la impresión de que hay más odio irracional detrás de la creación de esta herramienta, que un deseo genuino de ayudar en la transición del formato físico al streaming.