Windows 10 o Windows 8.1 ¿Cuál es el que mejor rendimiento tiene en videojuegos?

Por fin están llegando los primeros benchmarks que demuestran qué Windows es mejor para jugar: 8.1 contra 10.

Aunque a todos nos guste poner la excusa de que es para trabajar, los videojuegos son una razón de peso para elegir un sistema operativo u otro. Para algunos usuarios incluso una diferencia de apenas unos frames por segundo es vital.

Windows 10 se presenta en este sentido como un lanzamiento muy importante: no sólo trae consigo DirectX 12, sino que también se espera una mejora en el rendimiento. En Guru3D han sido de los primeros en comprobar cómo de real es esa mejora.

Qué Windows es mejor para jugar

Las pruebas consistieron simplemente en medir la cantidad media de frames por segundo que conseguía cada sistema operativo en el mismo ordenador, un Intel Core i7 5960X con 16 GB de RAM, y al mismo tiempo ver cómo se han adaptado los fabricantes de tarjetas gráficas Nvidia y AMD al nuevo Windows 10.

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Como vemos en los gráficos, la diferencia entre Windows 10 y Windows 8.1 es mínima. Sí, dependiendo del juego vemos una diferencia de uno o dos frames por segundo (cuatro en el caso de Battlefield Hardline en Nvidia), pero eso entra dentro del margen de error de este tipo de mediciones, y las diferencias se pueden atribuir más a los drivers nuevos que a una mejora de rendimiento real en Windows 10.

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¿Es eso una decepción? Ni mucho menos, ya que estas pruebas fueron realizadas con juegos compatibles con DirectX 11, la anterior versión de la API.

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Cuando Windows 10 realmente demuestre su capacidad será cuando los primeros juegos con DirectX 12 aparezcan. DX 12 permite a los desarrolladores aprovechar mejor el hardware quitando capas de abstracción que afectan al rendimiento. El resultado que se espera será espectacular, pero para eso necesitaremos una gráfica compatible y que el juego soporte DX12.

Por lo tanto, si no tenías claro si actualizar a Windows 10 por los juegos, ya sabes que puedes quedarte en tu sistema actual y no te perderás nada, aunque la cosa cambiará en el futuro próximo.