La app de moda entre los jóvenes para compartir sexo, drogas y sexo
Yeti es la nueva app de moda entre los jóvenes, ya que les permite compartir fotos y vídeos de contenido sexual, con drogas y armas. Un cajón desastre.
18 diciembre, 2015 17:05Noticias relacionadas
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Yeti es la nueva app de moda entre los jóvenes, así que el escándalo estaba garantizado.
Desde que Snapchat revolucionó la mensajería gracias a su idea de limitar el visionado de los mensajes de vídeo, han aparecido todo tipo de apps que han partido de un concepto semejante, sobre todo dirigidas a jóvenes.
Yeti – Campus Stories es una de estas apps, y como indica su nombre está especialmente dirigida a estudiantes de universidad, y de hecho todos sus usuarios deben tener más de 17 años de edad (Snapchat sólo requiere que tengan 12 años).
La app de moda entre los jóvenes es el lugar donde vale todo
Sabiendo esto, seguro que no os sorprende saber que la app se ha llenado de sexo, drogas y todo tipo de locuras que sólo se le puede ocurrir a un estudiante universitario. Yeti fue lanzada el pasado Marzo, y ya ha conseguido una gran cantera de usuarios que comparten fotos y vídeos en situaciones comprometidas.
Aunque los términos de servicio de Yeti prohíben los desnudos y el sexo, el contenido erótico es abundante, según ha podido descubrir Bussiness Insider, sobre todo de fotos “pre smash” y “post smash”, es decir, de antes y después del sexo. Las drogas y las armas de fuego son otro de los tópicos preferidos de los usuarios.
Aunque Yeti ha conseguido mucho éxito entre estos usuarios por la libertad que ofrece y la posibilidad de conectar con otros jóvenes, también está llamando mucho la atención por las razones equivocadas. En concreto, están apareciendo vídeos y fotos de actos ilegales y repugnantes con los que Yeti no debería querer asociarse.
El caso más grave se dio la semana pasada, cuando un vídeo de una supuesta violación fue compartido a través de Yeti; no es el único caso semejante, y también es posible encontrar vídeos sexuales que parecen haberse grabado sin consentimiento.
Yeti está recorriendo una fina línea entre ser lo suficientemente “alternativo” para los jóvenes, y ser una red caótica en la que todo está permitido, y escándalos como el de la semana pasada pueden pasarle factura.
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