5 trucos para mejorar el rendimiento de Windows 10
Repasamos 5 trucos muy fáciles para mejorar el rendimiento de Windows 10 y sacarle el máximo partido a nuestro ordenador.
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Vamos a repasar algunos trucos para mejorar el rendimiento de Windows 10, un sistema operativo moderno pero que también puede ser perfectamente usable en sistemas mas antiguos.
Microsoft realmente quiere que actualices a Windows 10, aunque tengas un ordenador algo viejo con Windows 7; aunque en teoría si puedes actualizar a Windows 10 es que puedes usarlo, en la práctica no todo es tan bonito, y muchas funcionalidades añadidas consumen más recursos.
No solo eso, sino que si eres como yo, todos los adornos y todos los efectos que trae por defecto el escritorio te resultarán algo superfluos. Hay mucha gente que no quiere tragarse una animación cada vez que minimiza una ventana, o a la que las transparencias como la del menú inicio le parecen inútiles porque quieren ver lo que está en primer plano, no lo que está en segundo plano.
Por eso vamos a repasar algunos trucos para mejorar el rendimiento de Windows 10. Ojo, vamos a centrarnos en los trucos que afectan al rendimiento como tal, y dejaremos fuera a los que modifican la manera en la que funciona el sistema operativo; esos los dejaremos para otro artículo muy pronto.
Elimina las animaciones de Windows 10
Este es, por experiencia propia, uno de los trucos más efectivos para mejorar el rendimiento. Por defecto Windows 10 muestra animaciones para la más mínima acción, algo que puede distraer, pero sobre todo puede afectar a la rapidez del escritorio.
Para eliminarlas, tenemos que hacer click derecho en el símbolo de Windows que abre el menú inicio, y entrar en “Sistema”.
Una vez ahí, entramos en “Configuración avanzada del sistema”. En la ventana que se abrirá, vamos a la pestaña “Opciones avanzadas”, y en la sección “Rendimiento” pulsamos en “Configuración”.
En la pestaña “Efectos visuales” tenemos varias opciones predefinidas; podemos dejar la configuración por defecto, elegir la mejor apariencia posible, o elegir el mejor rendimiento.
Lo ideal es elegir la última opción, sin embargo no es algo que recomendaría personalmente, ya que si eliges esta opción perderás también el “antialiasing”, y tendrás dificultades para leer las letras en pantalla. Por eso prefiero elegir la opción de “Personalizar” y desactivarlo todo excepto “Suavizar bordes para las fuentes de pantalla”, aunque también puedes quitar y poner efectos según tus preferencias.
Evita que se inicien programas en el arranque del sistema
El problema de los programas en segundo plano y que se inician automáticamente con el arranque es casi tan viejo como el propio Windows; al menos ahora tenemos mejores herramientas.
Seguro que conoces bien la sensación de ver el escritorio pero no poder hacer nada porque hay algo cargando de fondo. Muchos programas cambian la configuración del sistema para iniciarse automáticamente, y es recomendable desactivar esta funcionalidad si podemos.
Pero si el daño ya está hecho, entonces podemos usar la herramienta de Windows 10 para evitar que el programa inicie.
Primero tenemos que abrir el Administrador de tareas, y para ello tenemos que buscar “Administrador de tareas” en el menú inicio, pulsar con el botón derecho del ratón y elegir “Ejecutar como administrador”.
A continuación vamos a la pestaña “Inicio”, donde veremos la lista de programas que se están iniciando cada vez que encendemos el ordenador. Lo primero que debes hacer es comprobar que realmente has instalado todos esos programas, por si han sido instalados sin tu conocimiento.
Deshabilitar estos programas es bien fácil, sólo tenemos que seleccionarlo y pulsar en “Deshabilitar” en la parte inferior derecha. El “Estado” del programa cambiará a “Deshabilitado”, y no volverá a iniciarse solo.
Cierra programas que están en segundo plano
Ahora bien, es posible que tengamos programas en segundo plano que ya están fastidiando el rendimiento. Para encontrarlos, volvemos al Administrador de tareas y vamos a la pestaña “Procesos”.
En esta pestaña, aparecerán los programas que hemos iniciado en este momento; una manera sencilla de saber qué procesos están afectando al rendimiento es fijarse en las columnas “CPU” y “Memoria”, que listan los procesos que más procesador y más memoria están usando, respectivamente.
También es bueno estar pendiente de la columna “Red”, ya que nos permitirá pillar a los programas que estén descargando en segundo plano y ocupando el disco duro.
Podemos parar el proceso pulsando en él y en “Finalizar tarea” en la parte inferior derecha.
A veces esto no funciona todo lo bien que debería, pero afortunadamente tenemos otras opciones. Si vamos a la pestaña “Rendimiento” podemos ver con mayor detalle todo lo que está pasando en nuestro ordenador, y si pulsamos en “Abrir el monitor de recursos” en la parte inferior, podemos ver hasta los procesos individuales.
Es aquí donde podemos encontrar procesos realmente sospechosos, aunque es recomendable buscar su nombre en Internet, porque es posible que intentemos quitar un proceso del sistema. Cuando encontremos el proceso que está acaparando recursos, hacemos click derecho sobre él y pulsamos en “Finalizar proceso”.
Libera espacio de los discos de almacenamiento
Si notamos que Windows va muy mal, es posible que sea porque hemos llenado el disco duro o SSD y el sistema no puede crear los archivos temporales que necesita para funcionar correctamente.
Para limpiar los discos, tenemos que abrir el Explorador de archivos e ir a “Equipo”. Hacemos click derecho sobre el disco que queremos limpiar, y en “Propiedades”. En la pestaña “General” veremos el espacio libre que nos queda, y podemos pulsar en “Liberar espacio”.
Después de un momento, una nueva ventana aparecerá, en la que podemos seleccionar las partes que queremos borrar, desde el contenido de la papelera de reciclaje hasta las miniaturas de archivos o los archivos temporales de Internet. Podemos ver el espacio que liberaríamos de esta manera, y finalmente pulsar en “Limpiar archivos del sistema”.
Evitar el indexado del contenido de los archivos
Ya que estamos hablando de discos duros, podemos eliminar una funcionalidad que no es nueva, pero que lleva afectando al rendimiento desde Windows 7. Hablo del indexado del contenido de los archivos. Esta funcionalidad lee el contenido de los archivos, para que podamos buscar en ellos cuando usemos la búsqueda del sistema. Pero si no sueles usar esta funcionalidad, te la puedes ahorrar.
Para ello, pulsamos con el botón derecho del ratón en el disco duro o SSD, y en “Propiedades”. Una vez ahí, deshabilitamos la casilla “Permitir que los archivos de esta unidad tengan el contenido indizado además de las propiedades del archivo”.
Al pulsar en Aceptar nos saldrá una nueva ventana en la que tenemos que asegurarnos de que está marcada la opción de deshabilitar el indexado en todas las subcarpetas. Una vez que aceptemos, el sistema tardará un poco en cambiar la configuración, dependiendo del número de archivos. Es posible que aparezcan errores, en la mayoría de los casos porque los archivos están en uso, en cuyo caso simplemente tenemos que pulsar en “Omitir todo”.
¿Qué trucos usáis para mejorar el rendimiento de Windows 10?