Investigadores han desarrollado una Inteligencia Artificial que gana al póquer, incluso frente a los mejores. Y eso es más difícil de lo que suena.
Para vencer al póquer, no basta con ser el mejor; también tienes que saber observar al contrario, tener cierta intuición y al menos un poco de suerte. Todas esas no son las características que asociaríamos con un robot, la verdad.
Por qué es tan difícil que un programa gane al póquer
No es casualidad que hasta ahora las IA hayan vencido a los humanos en juegos en los que toda la información está en el tablero y en los que el azar no tiene un papel tan importante.
El ajedrez, las damas, o mas recientemente, el go, son juegos que pueden ser analizados; los movimientos pueden ser justificados usando la lógica, y las matemáticas nos pueden llevar a la jugada perfecta.
Nada de eso es cierto en el póquer. Sobre todo en la variación Texas Hold’em, en la que los jugadores sólo reciben inicialmente dos cartas. Tres nuevas cartas son descubiertas una vez que se hace la primera apuesta; y después de cada turno de apuestas, una nueva carta se suma.
La gran dificultad para una IA es que no puede tomar decisiones sin tener toda la información, o con una información “imperfecta”. En otras palabras, le falta el instinto, el arrojo de tirarse y confiar en su propia suerte. Y por supuesto, no puede tirarse “faroles”.
Una IA puede hacer todos los cálculos que quiera, obtener las probabilidades de poder vencer en milisegundos; pero eso significa que casi nunca apostará, y que cuando lo haga es porque tiene bien claro que va a ganar. Y si el resto de jugadores sabe eso, es imposible que la IA gane nunca.
Eso lo saben muy bien los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon. Hace dos años, intentaron enfrentarse a los mejores jugadores del mundo y salieron con el rabo entre las piernas.
Libratus, la Inteligencia Artificial que gana al póquer
Para vengarse, crearon Libratus, una IA especializada en jugar al póquer Texas Hold’em. Una IA encargada de luchar contra los tópicos de los robots, por así decirlo, y demostrar que puede enfrentarse a humanos.
Lo ha demostrado a lo grande, enfrentándose a algunos de los mejores jugadores de póquer del mundo; durante 20 días un casino de Pittsburgh ha alojado partidas de cuatro jugadores contra Libratus.
El resultado, una victoria absoluta. Libratus terminó superando a los cuatro jugadores humanos por mas de 1.7 millones de dólares; el resto de jugadores terminaron en cifras negativas, lo que nos dice que fue una masacre.
La variación del Texas Hold’em no tenía límite en las apuestas, y parece que los jugadores humanos subestimaron la “intuición” de la IA. Según los jugadores, Libratus tiene un nombre apropiado; en latín significa “equilibrio”, y en efecto la IA lo hacía todo un poco bien, sin destacar en nada.
Era capaz de saber cuándo tirarse un farol, cuándo realizar apuestas bajas aunque tuviese cartas buenas; incluso llegó a cambiar sus apuestas para desconcertar a los rivales. Es capaz de hacer cosas que los humanos no pueden ni plantearse, según los jugadores. Incluso cuando se pusieron de acuerdo en atacar a la máquina, salieron escaldados.
El secreto del funcionamiento de Libratus está bien guardado por ahora; quién sabe cómo podría cambiar el mundo del póquer.
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