¿Por qué y para que se actualizan tanto las aplicaciones? ¿Para que sirve? Estamos seguros de que muchos de vosotros os habéis hecho estas mismas pregunta en varias ocasiones.
Nuestros dispositivos nos muestran notificaciones de actualización de aplicaciones prácticamente todos los días, algo que a veces puede llegar a resultar un tanto molesto. Y es que dependiendo del número de aplicaciones que tengamos instaladas, podemos pasar un buen rato descargando las nuevas versiones.
Las actualizaciones ¿son necesarias?
Lo primero que debemos tener en cuenta para comprender el motivo de tanta actualización es que las aplicaciones nunca se acaban. Es decir, cuando un desarrollador lanza una aplicación lo hace con la idea de que su desarrollo continúe toda la vida.
Como ejemplo práctico podemos hablar de aplicaciones como Facebook, Snapchat o Twitter, las cuales siempre reciben nuevas versiones que debemos instalar. En algunos casos dichas actualizaciones vienen acompañadas de nuevas funciones, mientras que en algunas ocasiones no incluyen ninguna novedad aparente de cara a los ojos de los usuarios.
Lo cierto es que los desarrolladores tienen un papel bastante complicado al tener que encontrar un equilibrio entre actualizar demasiado y no actualizar casi nunca. La primera de las opciones puede saturar al usuario y este podría acabar cansándose, mientras que la segunda de ellas dará la sensación de que estamos ante una aplicación que está abandonada.
¿Por qué es necesario actualizar mis aplicaciones?
Nos guste o no, la actualización de las aplicaciones es necesaria por dos razones fundamentales: incluir nuevas funciones que se adapten a las necesidades de los usuarios y corregir errores que puedan surgir de la versión actual.
¿Cuál es la medida justa a la hora de lanzar actualizaciones? Todo dependerá de lo necesario que sea. Si el equipo de desarrollo ha prestado atención a los detalles desde el comienzo seguramente estaremos ante una aplicación mucho más solida y con menos errores que corregir.
En ocasiones, ya sea por errores en la programación o por la llegada de una nueva versión del sistema operativo, será necesario lanzar una actualización que permita a la aplicación seguir funcionando con total normalidad.
Puede que para los usuarios resulte un poco molesto recibir actualizaciones demasiado a menudo, pero es un mal necesario si queremos que todo funcione correctamente.
La actualización perfecta para los usuarios
Nunca llueve a gusto de todos y del mismo modo es imposible que los desarrolladores tengan contentos a todos los usuarios de sus aplicaciones. Pero ¿cuál sería el ciclo de actualización ideal?
En mi opinión, las aplicaciones se deberían actualizar de manera periódica e incluir mejoras de rendimiento y estéticas. Aquellas actualizaciones que no incluyen ninguna mejora que el usuario puede ver con sus propios ojos no son tan valoradas por los mismos.
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