Con esta aplicación se pueden ejecutar muchas de las aplicaciones de Windows

Si hay algo malo que tienen los Linux y los Mac es la incompatibilidad con muchos programas y videojuegos. No con todos, por supuesto, pues tiene una biblioteca de aplicaciones muy grande, pero sí que con algunos en concreto (algún que otro programa de arquitectura o ingeniería en el caso de Mac y muchos otros en el caso de Linux).

Pero para ello tenemos Wine (acrónimo de Wine Is Not an Emulator), un programa que nos permite ejecutar aplicaciones (y consecuentemente juegos) tanto en Linux como en macOS. No funciona a la perfeccion, y es que evidentemente se pierde rendimiento ( y bastante en algunos casos) en algunos casos (en otros incluso se gana).

Abrir casi cualquier programa de Windows en macOS o Linux

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Realmente no es un emulador, como su propio nombre indica (Wine no es un emulador). Es, realmente, un conjunto de herramientas para portar programas de Windows a otras plataformas como Linux o Mac.

Esto es, porta el código necesario para que sea compatible en estos otros sistemas operativos. En rasgos generales esa es la principal diferencia con una máquina virtual (VMware es una máquina virtual), por ejemplo.

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Nació en 1993 y a día de hoy tiene una comunidad muy grande detrás. Han realizado muchos avances, sobre todo en el ámbito de los videojuegos (el sector de los juegos es más difícil por la complejidad que conlleva). Estos últimos, en especial, los hemos visto en las actualizaciones más recientes.

No obstante, aún no es compatible con muchos títulos, aunque con la reciente actualización a 2.9 (una versión, por otra parte, que aún no es estable) se mejora el soporte para muchos de los que sí que son compatibles.

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Como vemos, no es necesario recurrir a Windows para ejecutar ciertas aplicaciones o juegos. Podemos hacerlo de forma más ‘casera’ desde Linux o macOS, los otros dos sistemas operativos con más comunidad detrás. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y contar con una librería de apps de Windows es una ventaja de la que carece el propio Windows (es decir, que Windows no tiene ningún ‘portador’ de apps de Linux ni de macOS).

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