Guía para saber qué hacer si estamos recibiendo amenazas, vejaciones o insultos vía Internet.
En Internet cualquier puede insultar desde el anonimato que le ofrece el hecho de estar detrás de una pantalla. Pero, a pesar de que hay ausencias en la legislación vigente (hay muchos vacíos legales) y de que hay una falta de atención latente por parte de los mandatarios que complica la labor de las autoridades, es posible denunciar y que se llegue a identificar a la persona que está produciendo tal daño.
En muchas ocasiones es la propia Fiscalía la que no sabe por dónde tirar: no hay un límite claro entre la libertad y el libertinaje, entre la libertad de expresión y lo que es un delito.
La criminalidad real es mucho más grande que la oficial
Acoso en la Red
Tal y como declara Silvia Barrera, Inspectora de la Policía Nacional en ciberseguridad, hay casos en los que incluso la persona reconoce haber admitido el delito pero, desgraciadamente, se ha tenido que archivar porque la ley a aplicar así lo especifica.
En Internet, aunque pensemos que somos anónimos, no lo somos, por lo que nuestros actos no tienen total impunidad, como muchos piensan. No obstante, desgraciadamente no todas las denuncias se aceptan a trámite (muchas se archivan) y de las que son aceptadas no en todas se considera que no hay pruebas suficientes.
Guarda pruebas de todo
Lo primero que tendremos que hacer independientemente de si queremos ir por la vía judicial o no es tomar pruebas (generalmente capturas de pantalla) de todo aquello que sea susceptible de delito. No todas las pruebas son aceptadas a trámite en un juicio, pues pueden ser modificadas. Para ello usaremos eGarante, un software de la Guardia Civil para certificar capturas de pantalla:
También podemos grabar llamadas si disponemos de un teléfono móvil por defecto mediante aplicaciones. Para Android tenemos muchas y para iOS tenemos posiblemente la más famosa, IntCall.
A pesar de lo que mucha gente piensa, grabar una llamada es legal siempre y cuando nosotros intervengamos en la conversación, incluso aunque la otra persona no sepa que estamos grabando (no necesitamos su autorización).
En definitiva, no se vulnera ningún derecho de la Ley Orgánica de Protección de Datos si participamos en la conversación rabada. Lo que no sería legal, en ningún caso, es distribuir de forma privada o pública la conversación sin autorización expresa de todos los participantes.
Reclama a los administradores
Lo primero es acudir al administrador del sitio web donde estamos recibiendo las injurias o insultos a requerir que apliquen las normas de la plataforma web o aplicación, donde muy probablemente estén prohibidas las faltas de respetos y el acoso.
Si es así, se debería eliminar la cuenta correspondiente de la persona que nos está provocando el daño, o, en su defecto, debería tomar las medidas que considerase como necesarias. Si no fuere así o si la plataforma no contempla moderar una cuenta por vejaciones o insultos, no podremos hacer nada más en este punto.
Esto podemos aplicarlo a Facebook, Twitter, Google+, Instagram o incluso a cualquier web o foro que podamos encontrar en Internet. Facebook, por ejemplo, tiene una herramienta contra el bullying: Pon fin al bullying.
Denunciar, ¿dónde?
La denunciar se puede realizar de manera online mediante la herramienta de la Policía y también se puede realizar de forma presencial. La denuncia online requerirá que nos personemos en la comisaría en menos de 48 horas para que firmemos la correspondiente denuncia. Por cualquiera de las dos vías podremos aportar las pruebas correspondientes.
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