El FBI considera al cifrado como un gran problema.
El cifrado es un sistema de seguridad usado para proteger tanto comunicaciones (donde se denomina como cifrado de extremo a extremo, como el de WhatsApp) como ficheros. Se usa una clave para proteger todos los archivos y, sin ella, es imposible acceder a lo que está protegido. Por supuesto, podemos aplicar la fuerza bruta, aunque podemos llegar a tardar cientos o miles de años.
Además, sistemas como los móviles no permiten realizar más de unos intentos concretos (10 en algunos casos). A partir de esos intentos, en determinados dispositivos toda la información protegida puede llegar incluso a borrarse. En otros, simplemente se requiere realizar un paso extra para que tenga que intervenir una persona, evitando así que haya detrás un robot automatizado.
Es bien conocido que este sistema de protección es un problema para cualquier institución que trate de entre, por ejemplo, a el móvil de una víctima de homicidio con el fin de esclarecer las causas de su muerte. En definitiva, un teléfono móvil sin cifrar y sin protección tiene muchísimo valor en una investigación policial.
El cifrado, el nuevo gran problema del FBI
Y para el FBI parece que ello es un problema: en el último año, más de la mitad de los teléfonos móviles a los que han necesitado acceso venían con cifrado, por lo que fue imposible acceder a su información. Concretamente, la cifra ronda los 6900 dispositivos protegidos mediante cifrado que no han podido registrar.
El FBI asegura que supone problemas en muchos tipos de investigaciones policiales (narcóticos, tráfico de personas, contraterrorismo, contrainteligencia, crimen organizado, explotación infantil y un largo etcétera), por lo que ya en más de una ocasión ha solicitado a algunos fabricantes y a algunos desarrolladores de software una puerta trasera para poder saltarse el cifrado. Sería como una puerta de la que solamente ellos tuvieran la llave (sobre el papel, al menos).
No obstante, esa puerta podría estar abierta no solo para frustrar un acto terrorista, o para realizar investigaciones criminales, sino que además podría estar abierta también para ‘controlar’ y espiar. Wiki Leaks, un portal web dedicado a desclasificar de forma extraoficial documentos secretos de Estados Unidos, ya ha publicado herramientas de instituciones gubernamentales de EEUU hábiles para espiar, tanto a empresas como a ciudadanos de a pie.
Pero no hace falta ir hasta filtraciones de Wiki Leaks: hace no muchos años Reino Unido planteaba crear una base de datos donde almacenar correos electrónicos, llamadas telefónicas y mensajes de texto y cualquier rastro de Internet de sus ciudadanos para que estuviera disponible para cuando hiciera falta. Eso supone una vulneración al derecho de la privacidad muy grande.
En la UE se aboga por lo contrario: cifrado sí
El FBI propone un equilibrio entre el cifrado y la tener herramientas para mantenernos a ‘salvo’; pero, ¿qué consideraría el FBI que sería un equilibrio? En la Unión Europea, en cambio, los parlamentarios están abogando por proteger aún más al ciudadano europeo y obligar a los desarrolladores a incluir cifrado de extremo a extremo por defecto en las comunicaciones digitales.
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