Abrir los coches sin llave podría ser tan sencillo como gastarse menos de 20€. Y encima podrían hacerlo en menos de un minuto, sin levantar ruido ni sospechas.

Los coches siempre han sido uno de los objetivos de los ladrones. Ya sea para venderlo por piezas, para llevarlo a la otra punta del mundo, o para usarlo en otros actos ilegales, siempre se han robado coches de una forma u otra. No es algo extraño en exceso que a alguien le roben el coche, por desgracia.

Y, según los coches han incluído más tecnología, los ladrones también se han modernizado. Los fabricantes de automóviles intentan usar la tecnología para proteger a sus vehículos de posibles robos. Pero los ladrones también aprovechan los fallos para hacerse con los automóviles. Una batalla que nunca cambiará.

¿Qué son los coches sin llave?

El caso es que uno de los “últimos” avances en los coches (desde los años 90, en realidad) es la entrada sin llave. No es que no exista una llave para el coche, el propietario  sigue teniendo una en el bolsillo. La idea es que el coche detecte que llevamos la llave en el bolsillo, y abra la puerta sin necesidad de que la toquemos.

Más que para el coche, es una función cómoda para el usuario. Sólo tiene que acercarse para que se desbloquee el coche, sin tener que pulsar botones o meter llaves. Es otro de los pequeños detalles que los coches actuales incluyen por comodidad.

El caso es que esta tecnología funciona con radiofrecuencia. El coche sabe que la llave está porque la llave emite un código en un frecuencia concreta. Cuando el coche detecta la presencia de la llave, y un código correcto, desbloquea las puertas. Y si tiene un botón de arrancado, permite que el botón funcione. Por ello esta clase de sistemas pueden tener problemas ante la presencia de inhibidores.

Los peligros de la entrada sin llave

También es esto lo que han aprovechado los ladrones del vídeo superior. Difundido por la policía de West Midlands, en el vídeo se ve cómo dos ladrones aparecen junto a un coche Mercedes-Benz. Uno de los ladrones coloca una caja junto a uno de los tiradores, mientras que el otro se acerca con otra caja a la casa. De repente parpadean los intermitentes del Mercedes, y el que está junto al coche consigue entrar sin ningún problema.

Lo que estaba haciendo ladrón que daba vueltas junto a la casa era conseguir el código de la llave, y enviándolo al otro ladrón junto al coche. De esa forma acceden al coche sin ningún problema. Y como el arranque suele funcionar con el mismo sistema, no necesitan más para arrancar e irse con el coche. Todo en menos de un minuto, sin hacer ruido o llamar en exceso la atención.

Y estos ataques van a ir a más. Lo que tenéis encima son unos dispositivos que han creado unos investigadores chinos de la compañía Qihoo 360. Y sirven para justo lo que hacen los ladrones del vídeo superior, abrir coches sin llave capturando la contraseña del mando.

Pero eso no es lo importante, ya existían dispositivos que hacían esto. La clave es que estos investigadores chinos han conseguido construirlos con material por valor de 11 dólares por mando. Es decir, por menos de 20€ cualquiera puede hacer este sistema, según Wired. Y según este equipo, han conseguido aumentar el radio de ataque a varios metros de distancia.

La lucha entre ladrones y fabricantes siempre va a estar presente, pero ahora los ladrones han cogido mucha ventaja. La pregunta del millón es qué pasos tomarán ahora los fabricantes para luchar contra estas amenazas.