Al finalizar el Mundial 2018, Putin, el Presidente de Rusia, le regaló a Donald Trump, el homólogo ed Estados Unidos, un balón. Era como el balón de la paz, más o menos. Pero ahora, se ha hecho público que tiene incluido un chip ¿Se trata de un objeto espía cual caballo de troya que ha introducido Rusia en la Casa Blanca?
De hecho, se conocía sobradamente que los servicios secretos investigarían el balón en busca de, por ejemplo, micrófonos, al y como informó el medio ABC. Y es que, según el cuerpo de seguridad estadounidense, hay micrófonos que no son de metal y que pueden durar hasta un mes y que pueden ser cosidos en el balón, lo que sería muy difícil de detectar.
El balón que le dio Putin a Trump, ¿envenenado con un chip?
A pesar de ello, Trump confió plenamente en el balón y se lo lanzó a Melania, su mujer, para dárselo a Barron, su hijo, al que le interesa el fútbol, y que además vive con ellos en la Casa Blanca. Y parecer que sí, encontraron algo: un chip. Se trata, concretamente, de un chip NFC que, mediante un teléfono compatible, puede extraer información del balón; pero también podría hacer lo contrario.
Debemos tener en cuenta que el chip está diseñado por Adidas, directamente, y no por un laboratorio en un sótano del gobierno ruso. Es un chip pasivo y solo envía formación al teléfono, como ha informado la marca. Y fue diseñado originalmente para que los fanáticos del fútbol pudiesen tener acceso a contenido premium, como vídeos exclusivos, competiciones y desafíos. De hecho, el chip es una característica anunciada de esta pelota; de hecho, así se ha anunciado.
El chip está ubicado, concretamente, bajo el lema de Adida, y se coloca en la fabricación. Y, según el fabricante, Adidas, es imposible de modificar. El chip solamente envía una información que desbloquea un contenido de pago. Pero claro, Rusia podría haber sustituido el chip por uno propio e incluso fabricar uno desde cero, exactamente igual al de Adidas.
Pero el balón ha sido extremadamente examinado, y no emite ni recibe ninguna señal de radio, por lo que no tiene comunicaciones inalámbricas. Así que lo más probable es que el balón efectivamente no haya sido modificado, tal y como el propio Donald Trump confió desde los inicios.