Si estás leyendo estas palabras, es muy probable que uses un bloqueador de anuncios; aunque nuestra esperanza es que lo hayas desactivado en Omicrono para que podamos seguir adelante. A nadie le gustan los anuncios, pero por ahora es el único método ampliamente aceptado por la mayoría para mantener servicios gratis en Internet. Lo cual nos lleva a los bloqueadores de anuncios.
Ya no es sólo por las molestias que traen consigo; los bloqueadores de anuncios también son la primera línea de defensa contra rastreadores y servicios que atentan contra nuestra privacidad. Pero si los cambios que Google ha anunciado en Chrome finalmente se aplican, puede que la era de los bloqueadores de anuncios termine muy pronto.
Este puede ser el fin de los bloqueadores de anuncios de Chrome
El cambio afecta al “manifiesto de la extensión”, las limitaciones y mecanismos que tienen que seguir todas las extensiones para Chrome; Google se encuentra trabajando en la próxima revisión de este manifiesto (la tercera ya), que incluirá grandes cambios. En otras palabras, las extensiones para Chrome van a cambiar; en algunos casos claramente a mejor, y en otros no está tan claro.
El cambio que más polémica ha despertado hasta ahora es sin duda el que afecta a webRequest, la API que los desarrolladores de extensiones usan, como su nombre indica, para modificar las peticiones que el navegador hace a los servidores web. En concreto, webRequest es lo que la mayoría de los bloqueadores de anuncios usa.
Un bloqueador de anuncios normalmente funciona basándose en una lista de servidores que alojan publicidad. Cuando entramos en una página, la extensión usa webRequest para comprobar que el navegador no se conecte a los servidores de la lista. De esa manera, los anuncios y el contenido no deseado no se carga.
El cambio que ha levantado polémica
Con la próxima revisión, Chrome quiere que los desarrolladores dejen de usar webRequest, eliminando con ello la posibilidad de bloquear contenido usando este método. En vez de eso, el equipo de desarrollo de Google dirige a los desarrolladores a otra API, declarativeNetRequest.
El problema es que declarativeNetRequest es mucho más limitada que la API que sustituye; y no sería posible usarla para cubrir todas las funciones de las extensiones actuales. Una de las principales limitaciones es que sólo se podrían implementar hasta 30.000 filtros; y las listas más usadas para bloquear contenido, como EasyList, superan ampliamente esa cifra.
Además, declarativeNetRequest sólo permite la implantación de un tipo de filtro específico; cuando las mejores extensiones usan diferentes tipos para “cazar” todo el contenido que quieren filtrar.
Si Google sigue adelante y obliga a dejar de usar webRequest, puede significar el fin de las extensiones bloqueadoras de anuncios en Chrome. Al menos, tal y como las conocemos. El creador de una de las extensiones más famosas, uBlock Origin, ya ha declarado que el cambio supondría el final de su proyecto.
Sin embargo, hay que aclarar que este cambio no es definitivo; y que los propios desarrolladores de Chrome estarán debatiendo sobre esta implementación. Recordemos que Google también tiene su propio bloqueador de anuncios; con el que limita contenido que considera perjudicial. Este cambio podría otorgarle un monopolio casi completo en su propio navegador.