Windows 10 desinstalará automáticamente las actualizaciones que den problemas
Gracias a una nueva función, Windows desinstala actualizaciones automáticamente cuando dan problemas durante el arranque del sistema.
12 marzo, 2019 13:29Noticias relacionadas
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Que Microsoft tiene un serio problema con las actualizaciones de Windows 10 ya es algo más que evidente. No es que lanzar actualizaciones para un sistema tan completo, extendido, y presente en tantos dispositivos diferentes sea fácil, claro; pero da la sensación que de un tiempo a esta parte los problemas con las actualizaciones son más comunes.
Hablamos además de actualizaciones que dan problemas graves que afectan al uso del dispositivo; no hace mucho explicábamos cómo la actualización de marzo provocaba retrasos cuando usábamos el ratón y empeoraba el rendimiento en algunos juegos. Y no podemos olvidar aquella vez que una gran actualización tuvo que ser retirada por la gran cantidad de quejas de los usuarios. Microsoft ha repetido en varias ocasiones que está trabajando para que las actualizaciones sean más seguras y estables; pero ahora puede haber introducido un cambio que realmente puede mejorar nuestra experiencia.
Windows desinstala actualizaciones automáticamente cuando dan problemas
Se trata de una nueva función que desinstala automáticamente las actualizaciones con bugs. Microsoft aún no ha aclarado muchos detalles, ni cuándo llegará a nuestros sistemas; pero ya ha creado una página de soporte en la que explica el propósito y el funcionamiento de esta novedad. Eso indica que probablemente llegará en una próxima actualización del sistema.
Lo interesante de esta función es que normalmente pasa desapercibida, y sólo se activará si Windows detecta problemas durante el arranque; en ese caso, automáticamente desinstalará la última actualización que hayamos recibido a través de Windows Update. El sistema volverá a la última versión estable, que no haya dado ese tipo de problemas. Cuando termine, se nos mostrará un mensaje emergente en el que se nos explicará la situación.
Además, Windows Update se configurará automáticamente para no volver a instalar la actualización problemática. Windows no se actualizará durante los siguientes 30 días, para permitir que Microsoft lance un parche o la actualización del mes siguiente. Eso dará tiempo a los ingenieros de Microsoft de encontrar el problema y subsanarlo.
Un detalle importante es que esta función sólo comprobará el arranque del sistema; por lo tanto, si nos encontramos con problemas de rendimiento u otros bugs tendremos que desinstalar la actualización de manera manual. Al menos puede ser nuestra salvación si nuestro equipo no se enciende después de actualizar, por ejemplo; pero sobre todo, estamos ante algo bastante raro: Microsoft aceptando que las actualizaciones que lanza pueden dar problemas, y haciendo algo al respecto.