Ya está aquí: ha llegado la actualización de noviembre para Windows 10, la November Update. Una actualización que muchos considerarían como "Service Pack" debido a que no trae cambios sustanciales que, al menos los usuarios, veremos a primera vista. Sin embargo, Microsoft la ha tratado como una nueva gran actualización, quedándose en la versión 1909.
Ya hablamos en Omicrono sobre cuáles fueron las novedades de esta actualización, centrándose en beneficiar a usuarios de procesadores Intel. Por el resto, los detalles que mejora se centran en pequeñas mejoras en las notificaciones y en la eficiencia energética.
Pero, ¿deberías actualizar ya? Desde el desastre de la October Update del año pasado Microsoft ha tenido a bien dar la opción a los usuarios para que Windows Update no instale automáticamente la actualización. Os contamos el por qué deberías esperar aunque sea unos días.
La actualización de noviembre para Windows 10 ya está aquí: ¿debería esperar?
Como decimos, el listado de mejoras que Windows 10 November Update trae es bastante escueto. Hay mejoras en las notificaciones de tal forma que ahora podemos mutear las que vengan de una app en especial, nuevas opciones de personalización de estas, etcétera. Otros cambios también llegan a la barra de tareas; podremos agregar eventos al calendario desde esta, por ejemplo.
Como dijimos, los grandes beneficiados de esta actualización serán los usuarios de las plataformas Intel. La versión 1903 optimizará el cómo las instrucciones son procesadas por la CPU. Para los equipos que tengan Intel esto se podría traducir en una mejora de autonomía. Según Microsoft, se ha mejorado el sistema de rotación en los distintos núcleos de la CPU, que en el caso de Intel tienen distintas características en cuanto a voltaje y frecuencias.
Solo se verán beneficiados los procesadores Intel con la tecnología Intel Turbo Boost 2.0 y 3.0; aunque Windows 10 ya soportaba dicha tecnología esta actualización traerá optimizaciones por parte de Microsoft en referencia a la forma exacta en la que se distribuyen las instrucciones a esos núcleos potenciados. La lista queda así:
- Core i7-69xx/68xx
- Core i9-7900X/i9-7920X/i9-7940X/i9-7960X/i9-7980XE/i7-7820X/i7-9800X
- Core i9-9820X/i9-99x0XE/i9-99x0X
- Familia Xeon E5-1600 v4
- Toda la familia de procesadores Intel de décima generación.
En Omicrono siempre recomendamos instalar las actualizaciones de cualquier sistema operativo. Quedándonos en versiones anteriores estamos expuestos a problemas de seguridad, problemas de compatibilidades y sobre todo dejamos de tener acceso a multitud de opciones novedosas que llegan con estos nuevos sistemas. A esto se le suman las mejoras de estabilidad, rendimiento, etcétera.
El gran problema es que estas actualizaciones pueden llegar con graves fallos imprevistos. Decimos imprevistos porque el usuario no puede saber qué problemas hay hasta que las instala. No es hasta que el emisor de esas actualizaciones que detecta los fallos y, como pasara con la October Update, retira la actualización.
¿Deberías actualizar entonces a la November Update? Te recomendamos que por precaución esperes unos pocos días. En este tiempo los usuarios que sí hayan instalado esta versión darán parte de los posibles fallos que haya. Si hay muchos fallos, entonces Microsoft retirará la actualización y la volverá a lanzar cuando estos se hayan solucionado. Si no da fallos graves, entonces podrás descargarla sin problema.
No obstante, esto no quiere decir que no actualices. Si no te importa encontrarte algún que otro bug y quieres disfrutar de las últimas novedades en cuanto a seguridad y estabilidad, entonces te recomendamos actualizar. No sin antes haber hecho una copia de seguridad de todos tus datos y hacer un punto de restauración del sistema para que, en caso de problemas, puedas volver a tener el ordenador como siempre.