El 2019 fue un año que abrió los ojos de mucha gente. Fue el año en el que las tensiones entre EEUU y China alcanzaron su apoteosis, con una guerra comercial que afectó seriamente a las empresas tecnológicas que dependen del comercio entre ambos países.
La gran damnificada fue Huawei, que no pudo integrar la plataforma de Google en nuevos dispositivos como el esperado Mate 30 Pro. Y fue entonces cuando muchos se dieron cuenta de la diferencia entre la imagen que tienen de Android, y la realidad.
Android es un sistema operativo de código abierto, y como tal, cualquiera puede cogerlo e implementarlo en sus dispositivos; pero lo que el usuario medio conoce como "Android", en realidad va mucho más allá.
Por qué Android es más que el sistema
Cuando compramos un móvil con Android, por ejemplo, esperamos encontrarnos las aplicaciones de Google, como el buscador, el navegador Chrome, o la tienda de apps Google Play Store. Sin embargo, ninguna de esas apps forma parte de Android técnicamente hablando, y van por separado.
Hasta ahora, eso nunca ha sido un problema. Los fabricantes que venden dispositivos Android en los principales mercados alcanzan acuerdos con Google para ofrecer esas apps; así que, para el usuario medio, realmente no supone ninguna diferencia. Pero, ¿y si el fabricante no puede, o no quiere, llegar a ese acuerdo con Google? Eso es lo que descubrimos el año pasado, cuando Huawei entró en la "lista negra" de los EEUU y no pudo realizar acuerdos con Google, empresa estadounidense.
El resultado ya lo conocemos. El que debería haber sido uno de los mejores smartphones del año se convirtió en uno de los que debemos evitar a toda costa. No porque no tengamos Chrome, Docs, Maps, o el buscador; todas esas apps tienen alternativas o versiones web. El verdadero problema está en la Google Play Store.
Aunque Android es un sistema abierto, a la hora de la verdad es un monopolio de Google, ya que su tienda de apps es la más popular y la que viene preinstalada en todos los dispositivos. Y si no tienes acceso a esa tienda, de repente no puedes instalar programas muy populares como Whatsapp, por ejemplo; la Play Store es donde la mayoría de desarrolladores lanza sus apps, y si no tienes acceso a ella, no tienes acceso a sus apps, así de sencillo.
Todo esto ya se sabía, por supuesto. Pero fueron los eventos de 2019 los que realmente dejaron en evidencia el control que la Google Play Store tiene sobre el mercado de Android. Y los que más aprendieron de esto, fueron los fabricantes chinos.
Ahora, estos fabricantes están preparando un plan para que lo que le ocurrió a Huawei no vuelva a repetirse: quieren dejar de depender de Google. Algo que es más fácil decir que hacer, la verdad; la propia Huawei lo intentó con su propia tienda de apps, pero ni siquiera uno de los mayores fabricantes del mundo tiene el poder de atraer a los desarrolladores.
La alianza contra Google
Por eso, la solución es que se unan más, como ha revelado Reuters. La nueva alianza está compuesta por Xiaomi, Huawei, Oppo y Vivo, los principales fabricantes chinos, que representan no solo la mayor parte del mercado chino, sino el mundial.
El objetivo de la Global Developer Service Alliance (GDSA) es crear una plataforma común para las tiendas de apps de cada fabricante; eso permitirá a los desarrolladores llegar a todos los usuarios de esos smartphones al mismo tiempo, sin necesidad de ir una por una.
Está especialmente pensado para desarrolladores de fuera de China, que tienen más dificultades para llegar a estas plataformas; permitirá que los desarrolladores lancen sus apps, juegos, música y película al mismo tiempo en diferentes mercados, simplificando el proceso. El prototipo inicial cubrirá nueve regiones, entre las que se encuentran al menos Rusia, Indonesia e India; pero la idea es que sea una iniciativa global.
Esta supone la mayor amenaza para la Google Play Store hasta ahora. Sólo con esos cuatro fabricantes, un desarrollador podría lanzar sus apps para millones de usuarios al mismo tiempo; es muy diferente a tener que lanzarla para una tienda para una sola marca.
Eso puede hacer que los usuarios empiecen a usar estas tiendas de apps en vez de la Play Store para instalar sus apps favoritas; y eso sería la perdición para Google. Claro, que puede que nunca se llegue a eso; es posible que el verdadero objetivo de esta alianza sea conseguir una posición de fuerza para renegociar los acuerdos con Google, que gana 8.800 millones de dólares de la Play Store, gracias en parte a una comisión del 30% de todo lo que se vende en la tienda.