A nadie se le escapa que iOS es uno de los sistemas más cerrados de la actualidad, imponiendo serias limitaciones a los usuarios sobre lo que pueden hacer con su móvil. Pero ese es un sacrificio que cada vez más gente está dispuesta a aceptar para disfrutar de dispositivos como el iPhone.
Pero, ¿y si pudiésemos usar nuestro iPhone con un sistema operativo más abierto como es Android? Juntar a los dos grandes rivales de nuestro tiempo parece imposible, pero ya hay alguien que lo ha conseguido: la startup de ciberseguridad Corellium.
Corellium saltó a la fama hace ya diez años, cuando consiguieron instalar Android en la primera generación del iPhone; un acto que les metió en problemas con Apple, y no fue el último. De hecho, en el momento de escribir estas palabras Apple está en medio de un proceso judicial contra esta startup por crear una versión virtual de iOS que se puede ejecutar en un ordenador.
Ya se puede instalar Android en un iPhone
Pero eso no ha amedrentado a Corellium, lejos de ello. Después de acusar a Apple de hacerle "bullying", decidieron lanzar su proyecto estrella: se llama Project Sandcastle, y permite instalar Android en un iPhone, pero hay mucha letra pequeña.
Para empezar, el proceso sólo es compatible con el iPhone 7 y el 7 Plus por el momento; y además, deben ser dispositivos con "jailbreak", ya que es necesario saltarse la seguridad implementada por Apple. No solo eso, sino que en realidad no implica sustituir iOS por Android, sino instalar este último de manera "efímera". Para volver a iOS, lo único que tienes que hacer es apagar y volver a encender el dispositivo.
Además, la experiencia no está completa y el rendimiento deja mucho que desear; se nota que aún no existe una versión de Android adaptada al hardware del iPhone. Como resultado, muchas de sus funciones básicas como la cámara no funcionan.
Por qué no merece la pena
La verdad es que no recomendamos probar este método para instalar Android en un iPhone; no solo porque sea necesario dar tantos pasos, algunos de ellos inseguros y en contra de los términos de servicio de Apple, sino porque realmente no merece la pena. Forbes pudo probar en exclusiva este sistema y su conclusión es que lo único que echaron en falta son apps que no han salido para iOS, como por ejemplo, la app de mensajería instantánea segura Signal.
En esos casos, puede merecer la pena tener un iPhone que no vayamos a usar, con Android y la app instalados; cuando queramos volver a la normalidad sin que nadie se de cuenta, basta con reiniciar el dispositivo.
Por supuesto, eso implica que el usuario medio realmente no tiene mucho uso para algo semejante, y probablemente seguirá así. Si pese a todo te interesa, y tienes los conocimientos necesarios, es posible entrar en la página oficial para obtener la beta de Project Sandcastle.