Prácticamente todos los gobiernos de los países más afectados por el coronavirus están optando por desarrollar aplicaciones propias de seguimiento, como la de la Comunidad de Madrid. Pero Europa ya ha dejado claro que quiere una app única para todo el territorio europeo, y vuelve a lanzar esta petición al aire.
El Supervisor Europeo de Protección de Datos ha hecho hincapié en las preferencias de la UE en esta materia; el organismo de protección de datos europeo ha pedido que, en vez de que cada país haga su propia app, se desarrolle una única app para usarse en toda Europa.
Esta app se sustentaría en una fuerte protección de datos, según Wojciech Wiewiorowski, que se basó en la GDPR para procesar la información privada que esta app recogiera. El propio responsable ha dejado claro que este asunto no se solucionara "solo con herramientas nacionales".
Una app única para toda Europa
Una de las preocupaciones más profundas que motiva esta petición está en los problemas a nivel de privacidad que encierra el hecho de que cada país gestione su propia app. Sin ir más lejos, la Polonia de Wiewiorowski ha recibido duras críticas por su app, ya que rastrea la ubicación de su usuario de forma automática para comprobar que el confinamiento se está usando, tal y como informa BBC News.
España es solo un país más en la lista de países que están desarrollando su propia app; Irlanda tendrá la suya lista en 2 semanas y Reino Unido, de forma independiente, está también trabajando en la suya. Y esto atenta contra la misma naturaleza de esta app.
Idealmente la aplicación debería estar instalada en prácticamente todos los smartphones del territorio europeo, pero dejando esta potestad en cada país de forma independiente puede provocar que menos personas la instalen, bien por las leyes propias de ese país o bien porque el mismo gobierno del mismo no realice este tipo de medidas.
Wiewiorowski dijo que su departamento era consciente de que "varios miembros de la UE están en proceso de desarrollar aplicaciones que usen diferentes enfoques", y aunque admite que algunas de estas soluciones como el uso del Bluetooth (como la opción de Singapur) funcionan bien, se lamenta de que la app no esté coordinada a nivel europeo.
La mayor preocupación de Wiewiorowski reside en la posibilidad de que estas libertades e intimidades que dejamos atrás sigan perdiéndose pasada la crisis. Se deben limitar además las capacidades de estas apps para que no sean demasiado intrusivas, e informar al usuario acerca de a qué datos está teniendo acceso y restringir sus capacidades si es necesario.
Tampoco se olvida del propósito de estas apps, ya que fácilmente los gobiernos podrían usar la excusa del coronavirus para recabar datos totalmente innecesarios. El responsable de la oficina pide que estas apps tengan un propósito y dejen claro qué tipo de tratamiento se realizará a estos datos además de que se informe sobre sus resultados.
Cada uno con un enfoque
Nuestra app, por ejemplo, es una app para realizar autodiagnósticos. Está limitada a ciertas comunidades autónomas y usa nuestra geolocalización. Tiene un carácter absolutamente informativo y no pretende ser una herramienta definitiva de diagnóstico. Pero por ejemplo, se choca con otras apps lanzadas por otras comunidades, como la Comunidad de Madrid.
El mismo hecho de que use geolocalización es otro enfoque, como apunta Wiewiorowski, ya que por ejemplo la opción de Singapur usa el Bluetooth, registrando qué dispositivos han estado cerca del nuestro y así comprobar la afluencia de personas en según qué zonas (además de comprobar si estamos cumpliendo la cuarentena).
Una app única unificaría estos esfuerzos y evitaría una fragmentación de la misma que además conseguiría que la opción europea cobrara más popularidad. Esta no es más que una petición, y tendremos que ver qué países siguen dichas recomendaciones, pero no sería raro que en pos de acabar cuanto antes con la crisis la Unión Europea se pusiera dura y obligaría a sus estados miembro a usar su app.