El NHS, el servicio de salud británico, ha rechazado el uso de la plataforma de rastreo de Apple y Google, optando por un desarrollo propio en el que ha participado la inteligencia británica como asesora.
Todo apunta a que el "contact tracing", o rastreo de contactos, cobrará gran importancia en los próximos meses de lucha contra el coronavirus. El lanzamiento de la plataforma común de Apple y Google el próximo mayo será un momento clave.
Esta plataforma permitirá a los gobiernos crear apps que rastreen la expansión del COVID-19 y avise a los ciudadanos de un posible contagio; sin embargo, la plataforma no es de uso obligatorio, y cada gobierno puede plantear el rastreo como quiera. Hace pocas horas, este sistema recibió su primera buena noticia, con el gobierno alemán optando por la idea de Apple y Google en vez de la suya; en cambio, el gobierno británico hará justo lo contrario.
El Reino Unido dice no a Google y Apple
La BBC ha confirmado que el NHS ha decidido no usar la plataforma de Google para su sistema de rastreo; en vez de eso, usará un sistema propio que contará con importantes diferencias, tanto en su funcionamiento como en los efectos de la privacidad de los usuarios.
El sistema del NHS coincide en que usará la conexión Bluetooth de los móviles para detectar la cercanía de otros usuarios; y si una de estas personas da positivo por COVID-19, automáticamente se enviará una notificación a los posibles afectados. Esta notificación no mostrará quién es el contagiado para mantener el anonimato de los pacientes.
Cada móvil tendrá una clave única, y una lista de las claves de los usuarios con los que ha estado un tiempo determinado. Comparando esas claves, es posible saber si hemos estado con un paciente en los últimos días.
Y aquí es donde terminan las similitudes con el sistema que llegará a los móviles iPhone y Android en mayo. La app del NHS se basa en un sistema centralizado, en el que todo el proceso funciona en los servidores del gobierno. Evidentemente, el NHS sabe quién ha dado positivo por COVID-19, pero ahora también sabrá con quien ha estado esa persona.
En cambio, Apple y Google diseñaron un sistema descentralizado, en el que son los propios móviles los que comparan la lista de infectados con la que tienen almacenada en la memoria; además, aunque inicialmente la lista se obtendrá de los servidores de los gobiernos, el plan es que en próximas versiones los servidores de Apple y Google también se encarguen de esto.
Rastreo del COVID-19 centralizado contra descentralizado
Los sistemas centralizados como el del NHS, y como el que quiere Francia, han sido criticados por ofrecer menos protecciones para la privacidad; desde el mismo momento en el que existe una lista de relaciones entre pacientes, es posible que sea usada o robada. El hecho de que el centro de ciberseguridad del servicio de inteligencia británico (GCHQ) haya estado involucrado en el desarrollo del sistema también ha levantado más de una ceja.
Sin embargo, representantes del gobierno han defendido este esquema centralizado, ya que les permite obtener más información que les permitirá comprender mejor cómo el COVID-19 se expande; y afirman que eso les permitirá evolucionar la app para que, por ejemplo, muestre notificaciones sólo a los que realmente corren riesgo. En cuanto a la implicación del GCHQ, el gobierno ha defendido que los espías británicos sólo han tenido un papel de asesoramiento, y no han creado la app.