Ahora que algunos gobiernos como el español están iniciando la desescalada de las medidas tomadas contra el coronavirus, el uso de nuevas tecnologías para evitar una segunda oleada de casos puede ser vital; pero también puede abrir la puerta a un abuso de nuestra privacidad.
No hablamos sólo de las apps de notificación como las que Apple y Google permitirán crear para sus móviles, sino también de herramientas y algoritmos diseñados para rastrear y estudiar los movimientos de población.
Como por ejemplo, el programa piloto que ha dado inicio en el metro de París, y que durante tres meses comprobará si los usuarios llevan mascarilla usando Inteligencia Artificial.
Una IA que detecta mascarillas
El sistema funciona usando las cámaras de seguridad que ya tienen las instalaciones de metro, los autobuses y otros lugares públicos, pero con un pequeño añadido: un diminuto sistema capaz de procesar vídeo en tiempo real. El sistema usa una conexión Wi-Fi para enviar la cifra de personas con mascarilla detectadas, en intervalos de 15 minutos.
Esta nueva tecnología llega justo después de que el gobierno francés anunciase el inicio de la desescalada para el próximo 11 de mayo, que impondrá la obligación de llevar mascarilla en público; las multas podrían llegar a hasta los 135 €, aunque ese detalle aún no se ha decidido. No es de extrañar que mucha gente haya llegado a la conclusión de que el gobierno multará de manera automática usando una IA conectada a las cámaras de seguridad.
Pero aunque ambas noticias hayan llegado casi al mismo tiempo, en realidad no tienen nada que ver una con la otra, y esta Inteligencia Artificial no ha sido pedida por el gobierno francés.
¿Atenta a la privacidad?
El sistema ha sido desarrollado por la startup francesa Datakalab para la gestora del metro de París, y ya ha recibido duras críticas tanto de internautas como del CNIL, el máximo organismo de protección de privacidad del país, según apunta Bloomberg.
Sin embargo, sus creadores se defienden afirmando que es un sistema estadístico que no rastrea personas concretas, sino que sólo sirve para contar la cantidad de personas que llevan o no mascarilla en el metro. Estos datos agregados sirven para hacerse una idea de si la ciudadanía está siguiendo las normas e implementar otras medidas si es necesario.
Los datos se mostrarán con un retraso de 15 minutos, e incluirá el porcentaje de personas que no lleva mascarilla en cada momento. Datakalab incluso ha afirmado que no tiene que seguir el reglamento europeo de protección de datos porque en realidad, no graba ningún dato personal.
Pese a estas aclaraciones, el proyecto se ha convertido en el centro de la polémica, y probablemente no será el último; otras tecnologías ya han recibido el apodo de 'Gran Hermano', al ser capaces de detectar el distanciamiento social.