Windows 10X, el próximo Windows, ha perdido la capacidad de ejecutar aplicaciones win32, por lo que no será compatible, al menos en su lanzamiento, con la mayoría de programas.
Este no es el primer cambio importante que Microsoft ha decidido en los últimos meses, ni mucho menos. Originalmente, Windows 10X iba a ser una versión aparte de Windows 10, dirigida exclusivamente a dispositivos de dos pantallas como la Surface Neo.
Sin embargo, Microsoft cambió de opinión el pasado mayo, cuando anunció que Windows 10X también llegaría a ordenadores de una sola pantalla; de hecho, el nuevo sistema se estrenará en ordenadores convencionales por el retraso que han sufrido los dispositivos de dos pantallas por la pandemia del coronavirus.
Por lo tanto, Windows 10X se planteó como el verdadero futuro de Windows, con novedades como un nuevo menú inicio, un diseño más limpio y apps renovadas como el nuevo explorador de archivos.
El próximo Windows sufre otro cambio
Para justificar el cambio, en su día Microsoft explicó que Windows 10X ya estaba diseñado desde el principio para soportar una variedad de sistemas y usos. Por ejemplo, Windows 10X podía ejecutar programas win32, los 'de siempre'.
Win32 es una API usada por programadores para crear programas de Windows desde Windows 95; la mayoría de los programas están basados en win32, pese a los intentos de Microsoft de modernizar su plataforma con las UWP universales.
Por lo tanto, Windows 10X podía ejecutar todos los programas que quisiéramos... sí, 'podía'. Según ha revelado Windows Central, la última versión de Windows 10X en desarrollo ha perdido la capacidad de ejecutar programas win32; concretamente, Microsoft ha eliminado ContainerOS, la tecnología usada para virtualizar programas win32 en 'contenedores'.
Este es un "cambio deliberado" según fuentes, ya que Microsoft ha vuelto a cambiar de opinión y ahora quiere plantear Windows 10X como un rival de ChromeOS y los Chromebook.
Windows 10X, sin programas clásicos
Por lo tanto, el objetivo de Microsoft sería que Windows 10X se instale en ordenadores portátiles y de sobremesa muy baratos, que llegarían a lo largo del 2021 como una alternativa a los Chromebook.
Al igual que el sistema de Google, la prioridad de Windows 10X estará en las aplicaciones web, ofreciendo un sistema muy ligero y rápido, sin las partes que no usaremos; y win32 es una de esas partes. Además, esto abre la puerta a instalar Windows 10X en portátiles con procesador ARM, ya que hasta ahora sólo era compatible con procesadores x86 como los de Intel o AMD.
Según las mismas fuentes, Windows 10X será instalado en equipos poco potentes, que irían demasiado lentos emulando programas win32. Es algo que hemos podido comprobar con la Surface Pro X, que usa Windows 10 para ARM pero es capaz de ejecutar programas win32; sin embargo, en nuestras pruebas notábamos que las apps nativas iban mucho más rápido.
¿Está Microsoft repitiendo los errores del pasado?
Así que, en menos de un año, Windows 10X ha pasado de ser un sistema de dos pantallas, a ser el sucesor de Windows 10, a convertirse en un rival de ChromeOS. Este puede ser uno de los desarrollos más controvertidos de Microsoft en los últimos años, y nos recuerda peligrosamente a Windows RT, el sistema que sólo era compatible con procesadores y programas ARM.
Pero hay un arma secreta que Microsoft aún puede usar para evitar el mismo tropiezo: la nube. ZDNet ha filtrado que Microsoft está trabajando en un servicio llamado 'Cloud PC', que permite ejecutar Windows desde la nube; de esta manera, los servidores harían todo el trabajo y podríamos conectarnos con cualquier portátil y ordenador personal para continuar lo que estábamos haciendo, sin importar lo potente que sea o dónde estemos.
Windows 10X no ejecutará programas win32 en su lanzamiento; pero es probable que Microsoft use la misma tecnología para permitirnos usar programas clásicos a través de la nube. Si eso es suficiente para los usuarios es otro cantar, pero al menos parece que Microsoft tiene un 'plan B'.