Muchos de los seguidores de Trump y sus políticas, tanto en España como en el resto del mundo, fueron a Parler, ante la derrota que este sufrió en las últimas elecciones de los Estados Unidos. Esta es una red social de corte conservador para buscar 'libertad'. Esta red social, por otra parte, tiene un serio problema: la prostitución y el contenido pornográfico.
Y es que el sitio web se ha llenado de todo tipo de contenido sexual, especialmente referente a los servicios de 'escorts'. Esto se debe, según podemos leer en el The Washington Post, a una moderación muy laxa en el sitio, provocando que la red se llene de esta clase de contenido.
Parler ha adoptado el sistema de moderación ligera que ha caracterizado a Twitter pero sin los elementos más esenciales que eviten que el contenido de carácter sexual campe a sus anchas en la red.
'Escorts' y pornografía
El pasado jueves por la noche, muchos usuarios de la aplicación detectaron numerosos hashtags de este tipo, pero a un ritmo frenético. Algunos como #sexytrumpgirl, #milfsfortrump2020 o #keepamericasexy inundaron Parler, mostrando imágenes y enlaces de 'escorts', pornografía y contenido sexual violento.
Desde que Parler se convirtió en un sitio 'libre' (según los seguidores de Trump) para expresar su ideología de extrema derecha, ha seguido con esta filosofía hasta el final, afirmando ser un bastión de la libertad de expresión. Algo que ha provocado que los usuarios aprovechen esa 'libertad' para colgar contenido pornográfico y publicitar servicios de prostitución.
La clave de todo esto está en la moderación. El ejemplo es Twitter; la red social de Jack Dorsey permite el contenido pornográfico, siempre y cuando se cuelgue por usuarios adultos con consentimiento de por medio. En compensación, la red disfruta de sistemas automatizados que evitan el spam pornográfico y hace uso de moderadores para eliminar el contenido más sensible que se sale de sus políticas.
Parler, por su parte, no tiene nada de esto. En un principio la red prohibió todo tipo de pornografía, pero en los últimos meses ha ido rebajando sus términos de servicio para ser mucho más permisiva, incluso más que Twitter. La moderación de Parler se subcontrata a voluntarios, que revisan contenido que otros usuarios previamente han marcado.
Esto ha provocado que en los últimos meses Parler sea un sitio en el que el contenido pornográfico sea predominante. Por supuesto, al tener estas políticas tan laxas, Parler ha dado pie a la aparición de cuentas que fomentan contenido directamente ilegal, como la pedofilia.
Además de todo esto, las teorías de la conspiración y los bulos campan a sus anchas. Numerosos hashtags caracterizados por pertenecer a la extrema derecha lanzan bulos afirmando que los políticos del Partido Demócrata son unos pedófilos que adoran a Satán, incluyendo a una gran cantidad de estrellas de Hollywood anunciadas como progresistas.
Contenido en masa
El contenido que se publicó en Parler era tremendamente amplio, con cientos de miles de publicaciones gráficas con imágenes y vídeos publicadas en muy poco tiempo. Imágenes que además iban acompañadas de enlaces a sitios web pornográficos, mostrando servicios de 'escorts'. No todos los enlaces eran ingleses ni mucho menos.
A medida que Parler ha ido ganando popularidad en las últimas semanas en referencia a las elecciones estadounidenses, este contenido ha ido aumentando. Los términos de servicio de Parler le dejan toda la carga a los usuarios: "A veces, la ley nos obliga a excluir contenido de nuestra plataforma, una vez que se informa a nuestro jurado de la comunidad. Ejemplos obvios: contenido publicado por o en nombre de organizaciones terroristas, pornografía infantil, violaciones de derechos de autor".
Lo más preocupante es que tanto adolescentes como menores están expuestos a este contenido. Pese a que la red social no permite que menores de 18 años se registren en la web, no existe un sistema de verificación de edad como tal. Además, Parler no hace mención pública sobre ningún sistema automatizado capacitado para identificar publicaciones que violen sus términos; su única medida es ese jurado comunitario de usuarios.
Tras estos hechos, el director de operaciones de Parler, Jeffrey Wernick se ha pronunciado después de un silencio reiterado en los últimos meses. Aseguró que tenía poco o nulo conocimiento sobre el alcance o la naturaleza del contenido sexual de la plataforma. "No busco ese contenido, entonces, ¿por qué debería saber que existe?". Esto no ha impedido que Parler anuncie que investigaría el problema.
Es llamativo porque no solo Wernick se desentiende del problema, sino que algunos de sus principales responsables lo defienden. Amy Peikoff, directora de políticas de Parler, ha defendido el enfoque de la firma hacia la moderación de contenido. "En términos generales, nuestro principio es que queremos permitir todo lo que protege la Primera Enmienda como discurso y nada que no lo haga".