Si compras un juego vendido en España, deberías poder jugarlo en Francia, o cualquier otro país de la Unión Europea. Eso es lo que se conoce como el mercado digital único, un intento de eliminar las fronteras virtuales en Europa.
Sin embargo, pese al fin del roaming y de otras prácticas, aún es posible encontrar casos en los que los consumidores de un país de la UE son tratados de manera diferente. Ese fue el caso en Steam, entre el 2010 y el 2015, según ha declarado la Comisión Europea en una sentencia que afecta a muchos distribuidores de videojuegos.
Valve y otras cinco compañías (Focus Home, ZeniMax, Koch Media, Capcom, y Bandai Namco) han sido hoy castigadas con multas millonarias por restringir y bloquear las ventas de videojuegos entre bordes de países de la Unión Europea, algo que en teoría no debería ser posible con el mercado digital único.
Steam bloqueó juegos
La Comisión Europea revela que estas compañías implementaron el bloqueo regional en Internet, para evitar que los consumidores pudiesen activar claves de videojuegos comprados en países como Polonia, Hungría, Rumanía, Eslovaquia, Estonia, Lituania y Letonia.
El comunicado de la Comisión indica que las sanciones sirven como un recordatorio de que las compañías tienen prohibido restringir las ventas entre los bordes de los países miembros de la UE.
Estas prácticas afectan seriamente a los derechos de los consumidores europeos, al eliminar los beneficios del mercado único digital y la oportunidad de obtener la mejor oferta dentro de la UE. En otras palabras, es algo similar a lo que ya ocurre con la mayoría de productos vendidos en territorio europeo, pero aplicado al mercado digital.
Claves de videojuegos más baratas
Estos distribuidores de videojuegos, algunos de los más importantes de la industria, impidieron que los usuarios pudiesen activar claves que se habían vendido en otros países de la Unión Europea; es una práctica relativamente común para gastar menos en videojuegos, especialmente entre los más entusiastas.
La venta de claves siempre ha sido un aspecto polémico en el sector. Existen portales especializados en revender claves compradas en países donde los juegos son más baratos, debido a las diferencias en la economía local. Como resultado, un jugador español puede comprar un juego originalmente vendido en Europa del Este por una fracción del precio que tiene en España. Muchas plataformas han perseguido esta práctica, implementando bloqueos u otros métodos para asociar la clave con un usuario concreto.
Valve, propietaria de Steam, fue ordenada en el 2019 que parase el bloqueo de claves dependiendo del país europeo en el que fueron vendidas; la compañía afirma que abandonó estas prácticas en el 2015, con "limitadas excepciones". Además, Valve decidió no cooperar con la investigación de la Comisión, y por lo tanto su multa de 1,6 millones de euros no ha sido reducida.
Por contra, el resto de distribuidoras sí colaboró, y disfrutan de una reducción de entre el 10% y el 15%; aún así, son cifras importantes. Focus Home (Greedfall, Farming Simulator) ha sido multada con casi 2,9 millones de euros, ZeniMax (Oblivion, Doom) con 1,6 millones de euros, Koch Media (Metro, Saints Row) con 1 millón de euros, Capcom (Resident Evil, Monster Hunter) con 396.000 euros, y Bandai Namco (Tekken, Dark Souls) con 340.000 euros.
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