La PlayStation 5 de Sony lleva ya meses disponible en España, al menos de manera oficial; en la práctica, aún queda mucha gente sin poder comprar una debido al gran éxito y la cantidad limitada de unidades.
Las expectativas que tenemos en las consolas de nueva generación como la PS5 son altas; su potencia abre un nuevo mundo de posibilidades en nuestros juegos, más allá de gráficos más bonitos gracias a los nuevos chips gráficos de AMD.
La experiencia de los próximos juegos puede ser completamente diferente, gracias al uso de nuevas tecnologías; una nueva patente de Sony, en la que habla cómo usar IA para mejorar la partida, es un buen ejemplo. Ya hemos visto cómo la IA puede vencer a jugadores, pero ¿y si pudiese ayudarles?
La IA de Sony
La patente, publicada la semana pasada como indican en SegmentNext, habla de un nuevo sistema de aprendizaje automático, capaz de subir o bajar la dificultad de un videojuego de manera dinámica, ofreciendo una experiencia diferente para cada jugador que se enfrenta a un "jefe final".
La dificultad es uno de los aspectos más complicados de ajustar en el desarrollo de un videojuego, y especialmente, en los "jefes finales"; estos son enemigos más complicados y difíciles que uno convencional, y normalmente requieren dar pasos concretos para eliminarlos.
Esto puede crear dos problemas. Por una parte, es posible que los jugadores aprendan qué es lo que tienen que hacer, compartiendo vídeos y estrategias por redes sociales. Una vez que todo el mundo sabe cómo acabar con un jefe final, es sólo cuestión de ejecutar la estrategia correcta.
Por otra parte, muchos jugadores no son capaces de vencer a los jefes finales, incluso conociendo la mejor estrategia; eso provocar frustración, y que abandonen el juego a medias.
La solución puede estar en una "dificultad variable", que cambie en tiempo real dependiendo de lo que hagan los jugadores; y para ello, es necesario el aprendizaje automático, según Sony.
Dificultad variable
El sistema patentado por Sony es capaz de generar datos basándose en cada intento de los jugadores por acabar con un "jefe final". Cada registro incluye datos sobre las habilidades y las estrategias usadas por cada jugador que se ha enfrentado al enemigo, y el sistema es capaz de usar eso para variar el nivel de dificultad.
No estamos hablando sólo de variar los puntos de vida que tiene el jefe, sino de cambiar las estrategias y el comportamiento del enemigo. Por ejemplo, si los jugadores descubren un patrón de ataques especialmente efectivo en un jefe final, el resto puede simplemente copiarlo; si el juego detecta eso, puede aumentar la dificultad para contrarrestar esos ataques y obligar al jugador a hacer otra cosa.
Eso también funciona al revés; si el jefe tiene ataques demasiado poderosos, que matan a los jugadores sin remedio, la IA puede decidir dejar una apertura a propósito, que pueda ser aprovechada por los jugadores.
Sony aclara que este sistema siempre sería opcional, y que los jugadores podrán elegir entre activarlo o usar el método tradicional de elegir un nivel de dificultad. Pero si se aplica bien, puede crear juegos más orgánicos, en los que cada partida sea diferente. Por el momento, no hay juegos anunciados con esta tecnología.
También te puede interesar...
- El loco plan para hacer que una IA juegue a Dungeons & Dragons
- La Inteligencia Artificial de EA Games se entrena en Battlefield 1
- El único juego en el que un humano puede ganar a un ordenador: Magic The Gathering